Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT, PES) quería cerrar su campaña electoral en el Zócalo de la Ciudad de México; sin embargo, las autoridades capitalinas explicaron que no sería posible por el lugar ya está prestado para un evento deportivo, por lo que el tabasqueño tendrá su grand finale en el Estadio Azteca este 27 de junio.
«Aquí ha sido escenario de los grandes movimientos, es el corazón político, cultural, religioso de México, en esta Plaza de la Constitución me he quedado a dormir meses, he encabezado actos, manifestaciones, he presenciado llenos de esta plaza»
«Andrés Manuel López Obrador, documental Esto Soy»
La historia de Andrés Manuel con la Plaza de la Constitución es antigua. El 20 de noviembre de 1991 empezó una protesta por el presunto fraude que se cometió en el municipio de Cárdenas, Tabasco.
En ese entonces, López Obrador era dirigente local del PRD y aseguró que existieron irregularidades en las elecciones locales de Tabasco donde se eligieron presidentes municipales y diputados locales. El conflicto fue principalmente en los municipios de Cárdenas, Nacajuca y Macuspana.
Acompañado de aproximadamente 150 personas, López Obrador caminó desde Villahermosa hasta la Ciudad de México; y tras dos meses de caminata llegó a la capital del país el 11 de enero de 1992.
Una vez en la plancha del Zócalo y ante 20 mil personas que lo esperaban, el tabasqueño pronunció uno de sus primeros discursos en la capital, la cual gobernaría 8 años después.
“No querían respetarnos el triunfo en el municipio de Cárdenas, Tabasco y tuvimos que caminar (…) ese éxodo estaba formado por tres grupos, los demócratas, los místicos y otro grupo, los rebeldes… En ese entonces yo era muy rebelde”.
Pero ese no sería el único éxodo que realizaría el tabasqueño. En 1994, el candidato del PRI, Roberto Madrazo, le ganó la gubernatura de Tabasco a López Obrador, por lo que el aspirante comenzó una nueva caravana por la democracia con destino a la Ciudad de México.
Pero ahora no solo hubo discursos, pues la plaza fue testigo de la presentación de pruebas de lo que el líder de izquierda consideró un fraude electoral en su contra orquestado por PRI.
“Cuando abrí en el Zócalo la primera caja y vi papeles del PRI, yo también supuse que podía contener boletas o actas de la jornada electoral. Pero en la medida que revisaba me iba dando cuenta de que era algo más importante. Se trataba de toda la documentación probatoria del gasto de campaña”, reveló en el libro Entre la historia y la esperanza, retomado por Proceso.
Por su parte, Gerardo Esquivel, quien ahora se desempeña como asesor económico del aspirante, explicó, a través de una columna escrita para Animal Político, lo siguiente:
«La movilización de 1994, el segundo ‘Éxodo por la democracia’, culminó con la presentación en el Zócalo de la ciudad de México, de las pruebas más contundentes del exceso de gastos de campaña que jamás se haya visto: cajas y cajas documentando uno a uno los excesivos gastos en los que había incurrido Roberto Madrazo y demostrando que había excedido 40 veces el límite de gastos de campaña».
Tras años de protestas y marchas, López Obrador se reencontró con el Zócalo, pero esta vez como jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal, cargo que ganó en el 2000.
Desde que tomó protesta ‘despachó’ diariamente desde las oficinas del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, el cual está precisamente en el primer cuadro de la ciudad.
«El primer día salí al balcón de mi oficina en el Antiguo Ayuntamiento y miré hacia la plancha del Zócalo, donde había estado muchas veces protestando, como para no olvidar de dónde venía»
Uno de los momentos que definirían la vida política del tabasqueño fue el desafuero que enfrentó durante su gestión al frente del Distrito Federal.
En 2004, Andrés Manuel fue acusado de desacatar una orden judicial que le ordenaba suspender la construcción de una calle en un terreno que había sido expropiado años antes.
Sin embargo, fue hasta el 7 de abril de 2005 que el proceso de desafuero se consolidó. Ese día, la Cámara de Diputados, con 360 votos a favor, 127 en contra y dos abstenciones, aprobó quitarle el fuero al tabasqueño para que pudiera enfrentar a la justicia.
Pero justo antes de llegar a su cita en el Congreso, desde el Zócalo pronunció uno de sus discursos más emotivos.
“Les quiero decir que he dado instrucciones para que no falten los servicios en la ciudad, para que sigan todos los programas sociales. No olviden que somos un equipo, que el gobierno no es nada más un solo hombre y todo ese equipo va a seguir trabajando, va a seguir sirviendo a la ciudad. Los quiero desaforadamente”.
Tras su destitución como Jefe de Gobierno, el 24 de abril tuvo lugar la marcha más grande de la que la capital del país tenga registro, la denominada “marcha del silencio” la cual fue organizada como protesta por el desafuero del tabasqueño.
En 2006, año después del episodio del desafuero, López Obrador se convirtió en candidato a la Presidencia de México por la coalición Por el Bien de Todos (PRD, PT y Convergencia) y tras varios meses de campaña, decidió culminar esa etapa electoral en Plaza de la Constitución.
La historia de esa elección ya es conocida. AMLO perdió ante el panista Felipe Calderón con una diferencia de 0.56%.
Ese mismo año, tras las elecciones en las que resultó vencedor el candidato panista Felipe Calderón por un margen estrecho, Andrés Manuel volvió a las protestas en contra de lo que él consideró un fraude electoral.
Durante ese proceso electoral vivió épocas de polarización política, miles de personas creían en la versión del fraude electoral, mientras que otros miles creían que Calderón había ganado de forma legítima.
Ante esto, nació una de las consignas más conocidas hasta la actualidad “voto por voto, casilla por casilla” y se instalaron campamentos, mientras se esperaba la resolución del Tribunal Electoral.
Finalmente, las autoridades electorales ratificaron el triunfo de Calderón, por lo que el originario de Macuspana, Tabasco, ante un Zócalo con simpatizantes, decidió realizar un plantón en Reforma.
«Propongo que nos quedemos aquí en asamblea permanente, hasta que resuelva el Tribunal, que permanezcamos día y noche hasta que se cuenten los votos y tengamos un presidente electo, con la legalidad mínima que nos merecemos los mexicanos»
«AMLO»
Tras varios meses de plantón; y ante la negativa de las autoridades de anular la elección, en noviembre de 2006 y ante un zócalo abarratodado de simpatizantes, AMLO se proclamó Presidente Legítimo.
“Cumpliremos con nuestro deber ciudadano, las posibilidades de cambio están en nuestras manos (…) somos mujeres y hombres libres, el destino de nuestras vidas depende de nosotros, seamos todos el gobierno que el país necesita”.
Seis años después, Andrés Manuel López Obrador volvió a competir por la Presidencia, esta vez con la coalición Movimiento Progresista (PRD, PT, Movimiento Ciudadano) y también decidió hacer su cierre de campaña en el Zócalo de la Ciudad de México.
Ahora, con el cierre de campaña de este proceso electoral, López Obrador probará suerte en el Estadio Azteca, donde también estuvieron Felipe Calderón, en 2006; y Enrique Peña Nieto en 2012.
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