El jugador más experimentado de México en este Mundial de Rusia 2018, Rafael Márquez, debe seguir medidas muy distintas a las de sus compañeros en esta justa deportiva por supuestas implicaciones con el narco.
El veterano de 39 años se encuentra en la lista negra del Departamento del Tesoro estadounidense porque varias empresas vinculadas con él están acusadas de ser prestanombres de Raúl Flores Hernández, sospechoso de dirigir un cártel de narcotráfico.
Su inclusión en esta lista prohíbe a ciudadanos, empresas y bancos estadounidenses tener cualquier tipo de relación con él, por lo que no puede aparecer con ningún patrocinio relacionado con una empresa estadounidense.
Márquez no puede, por ejemplo, tomar de las mismas botellas de agua que sus compañeros ni vestir el mismo uniforme durante los entrenamientos; él tiene un uniforme especial que no porta ningún patrocinio. Tampoco podría ser mencionado como el mejor jugador del juego porque el patrocinador de ese sector es una cervecera norteamericana.
A la derecha de esta imagen se observa a Rafa portando una camiseta sin patrocinadores.
Pero la cuestión es aún más complicada en términos del financiamiento, ya que la FIFA otorgó recursos a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), que tuvieron que ser transferidos a través de bancos no conectados al sistema financiero estadounidense.
Márquez aceptó jugar sin paga.
Asimismo la logística de la Selección se vio afectada porque el alojamiento de Rafa debe ser supervisado para evitar que se hospede en lugares que tengan vínculos con estadounidenses.
Tanto la FMF, como la FIFA, conocían previamente la situación de Márquez, pero le permitieron acudir al torneo. Estos organismos han trabajado en conjunto para que su participación en el torneo evite cualquier problema con el Departamento del Tesoro.
El pasado 17 de junio, el atlista Rafa Márquez se convirtió en el tercer jugador en la historia de los mundiales de futbol en participar en cinco ediciones de esta competición después de ingresar de cambio por Andrés Guardado, quien además le dio el gafete de capitán.
Pero la celebración y los patrocinios que quizás hubiera merecido esta hazaña no se hicieron presentes precisamente por la compleja situación legal por la que atraviesa uno de los históricos jugadores de México.