Cientos de miles de personas congregadas en más de 700 protestas organizadas hoy a lo largo del territorio estadounidense exigieron al gobierno del presidente Donald Trump revertir políticas migratorias consideradas como “crueles” e “inhumanas”.
Organizadores de las marchas tituladas “Protejamos a las familias”, calcularon que unas 60 mil personas se congregaron en Chicago, 55 mil en Los Ángeles, 35 mil en Washington DC, y 30 mil en Nueva York y San Francisco para exigir el fin de la política migratoria de “tolerancia cero”.
Las protestas, promovidas por docenas de grupos civiles, sindicatos y organismos de defensores legales, fueron alentadas luego que al menos dos mil 300 menores de edad fueron separados de sus padres al cruzar de manera ilegal la frontera sur de Estados Unidos.
La mayoría de estas familias, a las que de acuerdo con expertos se provoca un daño deliberado y profundo con las separaciones, aún no han sido reunificadas pese a que algunos de los niños, enviados a albergues a menudo a cientos de kilómetros de la frontera, tienen apenas unos meses de edad.
Asimismo, cientos de padres han sido deportados sin sus hijos a sus países de origen. Los niños, en numerosos casos, deben enfrentar solo los juicios de deportación.
Los manifestantes criticaron además que pese a que Trump firmó una orden ejecutiva para reunificar a las familias separadas no existen los mecanismos legales para hacerlo. Asimismo, tal procedimiento ha sido reemplazado por el encarcelamiento de familias completas, también considerado inhumano.
El grupo civil Se Hace Camino Nueva York criticó en un comunicado que el presidente Trump ha utilizado a los niños separados como una moneda de cambio a fin de obtener recursos financieros para construir un muro fronterizo y para limitar la inmigración legal, incluido el asilo.
Donna Lieberman, directora ejecutiva de la Unión para las Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU), afirmó que la actual crisis terminará hasta que todos los niños que han sido separados se reúnan con sus padres, y cada familia sea tratada con dignidad y acceda a un debido proceso legal.
Por su parte, Steven Choi, director ejecutivo de la Coalición para la Inmigración de Nueva York (NYIC), aseveró que la separación de familias refleja la profundidad de la “bancarrota moral” que representa un gobierno como el de Trump.
“Instamos a todos a exigir acciones de sus funcionarios electos para poner fin a la separación familiar y al encarcelamiento. Lo que está sucediendo desafía toda decencia moral, y no nos quedaremos de brazos cruzados”, declaró Choi.
Además de organizadores civiles, diversos funcionarios electos del Partido Demócrata participaron en las marchas. La senadora Elizabeth Warren expresó en Boston que “este momento representa una crisis moral para nuestro país”.
Por su parte, la senadora Kamala Harris afirmó en Los Ángeles que Estados Unidos se encuentra en “un punto de inflexión” por lo que es preciso actuar para revertir las políticas migratorias inhumanas.
“Dentro de unos años y de ahora en adelante nuestros hijos, nuestros nietos, la gente nos mirará y nos harán una pregunta. Y esa pregunta va a ser: ‘¿dónde estabas en ese momento de inflexión?’”, cuestionó Harris.
Además de funcionarios electos y activistas, varias celebridades y artistas se unieron también a la marcha, como la cantante Alicia Keys, la actriz America Ferrera y el creador del musical Hamilton, Lin-Manuel Miranda.
Mientras tanto, hospedado en uno de sus campos de golf en el estado de Nueva Jersey, Trump redobló su llamado a violar el debido proceso en Estados Unidos y a expulsar a inmigrantes sin respetar su derecho a un juicio o a presentar peticiones de asilo.
“Cuando la gente ingresa ilegalmente a nuestro país, debemos conducirlos inmediatamente de regreso sin pasar por años de maniobras legales. Nuestras leyes son las más tontas en cualquier parte del mundo”, escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Trump añadió, falsamente, que mientras que los republicanos quieren fronteras seguras y rechazan el crimen, los demócratas pugnan por mantener las fronteras abiertas y mostrarse “débiles contra el crimen”.
Fuente: 24 Horas