El presidente Donald Trump anunció el viernes fuertes aranceles a importaciones chinas por 50 mil millones de dólares y apenas horas después Beijing respondió con un plan para imponer tarifas a cientos de productos estadounidenses, acercando a las dos mayores economías del mundo a una encendida guerra comercial.
Trump presentó una lista de más de 800 productos de China estratégicamente importantes que estarían sujetos a gravámenes del 25 por ciento a partir del 6 de julio, incluyendo autos, en la última decisión comercial fuerte del mandatario estadounidense, ya enfrentado con sus aliados.
El Ministerio de Comercio chino anunció que respondería con aranceles «de la misma escala y fuerza» e invalidó cualquier acuerdo comercial previo con Estados Unidos. La agencia estatal Xinhua afirmó que Pekín impondría impuestos de 25 por ciento sobre 659 productos estadounidenses, que van desde la soja y autos hasta productos del mar.
La lista china fue aumentada en más de seis veces desde una versión divulgada en abril, pero el valor se mantuvo en 50 mil millones de dólares, debido a que fueron retirados algunos artículos de alto valor, como los aviones comerciales.
Trump afirmó en un comunicado que Estados Unidos impulsará aranceles adicionales si China emplea medidas de represalia.
Washington y Pekín parecían cada vez más dirigirse hacia una guerra comercial después de varias rondas de negociaciones que fracasaron en resolver las quejas estadounidenses sobre la política industrial china, el acceso a su mercado y un déficit comercial de 375 mil millones de dólares.
«Estos aranceles son esenciales para evitar nuevas transferencias injustas de tecnología y propiedad intelectual de Estados Unidos a China, lo que protegerá los empleos de los estadounidenses», afirmó Trump.
ARANCELES A CHIPS
La aduana estadounidense comenzará a cobrar aranceles sobre 818 categorías de productos valorados en 34 mil millones de dólares a partir del 6 de julio, dijo la Oficina del Representante Comercial (USTR, por su sigla en inglés).
La lista fue reducida frente a una versión revelada en abril, retirando televisores chinos de pantalla plana, dispositivos de respiración médica y generadores de oxígeno y piezas de aire acondicionado.
Los gravámenes apuntarán a autos, incluyendo los importados por General Motors Co y Volvo, de propiedad de la china Geely Automobile Holdings, además de vehículos eléctricos.
Y la USTR sumó aranceles a otros 284 productos, valorados en 16.000 millones de dólares, apuntando a semiconductores, un amplio rango de electrónicos y plásticos que dijo que se beneficiaban de programas de subsidio industriales de Pekín.
Los gravámenes sobre estos productos entrarán en vigor después de un período de comentarios públicos.
Un funcionario de la USTR dijo que las tarifas buscaban crear un cambio en el comportamiento chino sobre su política de transferencia tecnológica y enormes subsidios a las industrias que desarrollan alta tecnología.
Washington completó una segunda lista de posibles aranceles sobre otros 100.000 millones de dólares en bienes chinos, ante la expectativa de que China responderá de forma similar a las tarifas iniciales, dijeron fuentes a Reuters.
Pekín y Washington han mantenido tres rondas de conversaciones de alto nivel desde inicios de mayo, que aún no han arrojado un compromiso. Trump no cedió ante una oferta china de comprar 70 mil millones de dólares adicionales en productos agrícolas y energéticos de Estados Unidos y otros bienes del país, de acuerdo con personas familiarizadas con el tema.
Fuente: El Financiero