La erupción del Volcán de Fuego de Guatemala, que ha provocado 62 muertes, es la segunda más violenta de la historia en el país centroamericano, indicó hoy el director del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez.
En entrevista telefónica con Efe, el funcionario explicó que existe una similitud con una «gran erupción» en 1902 del volcán Santiaguito, al occidente del país, mientras que «la más violenta de la historia» fue también en el volcán de Fuego, en 1974.
En esa ocasión se percibieron más daños «a la agricultura por el cubrimiento de cenizas y las poblaciones, como San Pedro Yepocapa -en dirección noroccidental de las faldas del volcán- sufrieron las mayores consecuencias».
Pero en esta ocasión fue un flujo de lava y material piroclástico -gases y nubes ardientes de polvo y arenas volcánicas- de 1.500 metros las que descendieron por la ladera suroriental del Volcán de Fuego, las que provocaron el segundo evento de mayor magnitud de la historia.
Sánchez comentó que la intensidad de la ceniza lanzada por el volcán, situado a 61 kilómetros de la ciudad de Guatemala, llegó hasta el norteño departamento de Alta Verapaz, cuya cabecera municipal se encuentra a 219 kilómetros de la capital.
«La actividad del volcán tuvo tal magnitud de energía que por todos lados, tanto al norte como al sur del coloso se dieron fenómenos, como avalanchas de lodo que afectaron los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez y Escuintla», mencionó.
El espesor de las cenizas, añadió Sánchez, superó en algunos lugares los 10 y 15 centímetros y «según el mapa que tenemos, llegaron hasta los departamentos de Alta y Baja Verapaz, Suchitepéquez, Retalhuleu (sur) y el Quiché y Huehuetenango (ambos en el occidente)».
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres ha dicho este lunes que los afectados por la erupción de este domingo ascienden a 1,7 millones, mientras que se han reportado 46 personas heridas y 3.265 vecinos del volcán evacuados, además de 1.687 albergados.
Sánchez detalló que las lluvias y una segunda explosión alrededor de las 16.00 hora local (22.00 GMT), «complicó la ya de por sí trágica situación», pues «oscureció el panorama muy temprano».
El director del Instituto vulcanológico mencionó que la explosión surgió del cráter original y descartó que se formara uno nuevo, en el ala sur del volcán, desde donde se desprendió un bloque de lava y material piroclástico que arrasó con algunas comunidades asentadas ahí y con el lujoso hotel y campo de golf llamado La Reunión.
En las primeras horas de la mañana de este lunes, Sánchez aseguró que el volcán se encontraba volviendo «a su normalidad», pero advirtió que las barrancas de hasta 80 metros de profundidad «están llenas de material volcánico».
La institución alertó que las lluvias son el principal riesgo porque pueden causar lahares de arena incandescente.
Aunque el volcán ya bajó la actividad, no se descarta que pueda reactivar la erupción, dijo el secretario de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, Sergio García Cabañas, quien agregó que se desconoce cuántas víctimas mortales puedan haber debajo de las toneladas de ceniza.
Fuente: La Vanguardia
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