Los dos Red Bull tuvieron su duelo particular y fue Max Verstappen, quien acabó por delante de Daniel Ricciardo. En la sexta plaza acabó un decepcionante Kimi Raikkonen que cada vez parece más fuera de Ferrari el próximo año.
El más feliz de la parrilla tras Hamilton, sin duda alguna, fue Carlos Sainz. El madrileño exprimió al máximo el rendimiento de su Renault y consiguió acabar en una brillante séptima plaza, no solo por delante de Nico Hulkenberg, sino también por delante de los Haas que a priori se postulaban como los favoritos del ‘resto’.
Grosjean, en el inicio de la Q3, hizo algo que nos tiene acostumbrados el de Ginebra esta temporada. El piloto de Haas perdió el control de su monoplaza y se estrelló contra las protecciones antes de marcar un tiempo. Magnussen por su parte realizó una vuelta para olvidar y se vio superado también por la mayor promesa de la parrilla, Charles Leclercque firmó un espectacular octavo puesto, siendo esta la primera vez que se clasifica a una Q3.
La gran igualdad por las dos últimas plazas para la Q3 dejaron la eliminación de Esteban Ocon, Nico Hulkenberg, Sergio Perez, Pierre Gasly y Marcus Ericsson en la Q2. El alemán de Renault no pudo seguir el ritmo de Sainz y sumó una nueva decepción, esta vez en casa de su escudería, en su tremendo duelo con el español.
Si Sainz fue la cara de la moneda, McLaren fue la cruz. Ridículo espantoso de los de Woking en el trazado francés de Paul Ricard. Tanto Fernando Alonso, 16º, como Stoffel Vandoorne, 18º, se quedaron fuera en la Q1. Nuevo paso atrás de los de Woking que se quedan sin excusas. No se quedaban los dos monoplazas naranjas fuera en la primera sesión desde Bakú, en 2017.
El asturiano ya solo tiene en mente la carrera y desea que la lluvia haga acto de presencia porque si no lo hace podemos estar ante un nuevo fracaso de McLaren. Para finalizar, el Toro Rosso de Brendon Hartley finalizó en la 17º plaza acompañando a los dos Williams que acabaron en las dos últimas plazas y ya no son una sorpresa.