Bernardo Barranco, sociólogo de las religiones, consideró que el fútbol se ha convertido en una parareligión , que permite a la personas escapar de su realidad, que en estos momentos, para los mexicanos, no es la mejor.
Otra muestra de lo anterior, dijo, son los fanáticos , que adoptan nombres divinos o con fin intimidador y llegan a niveles insospechados de fanatismo.