La Procuraduría General de la República (PGR) y la Policía Federal cumplimentaron una orden de aprehensión contra Juan Francisco Picos Barrueto, “El Quillo”, por el asesinato del periodista Javier Valdez Cárdenas.
De acuerdo con las líneas de investigación del gobierno federal, Juan Francisco Picos Barrueto, sicario de Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, es uno de los autores materiales del homicidio que se cometió el 15 de mayo de 2017 en Culiacán, Sinaloa.
“El Quillo” fue notificado de su detención al interior de una prisión en el estado de Baja California donde fue ingresado luego de ser detenido el 24 de agosto de 2017 en Mexicali, por violaciones a Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
La PGR explicó que, después de ser notificado “El Quillo” de su captura, el Ministerio Público informó al Juez de Control que lleva el caso, competente en el estado de Sinaloa, para que se fije fecha para la audiencia inicial con la finalidad de formularle imputación.
«La citada orden de aprehensión, derivada de un trabajo conjunto de investigación entre la PGR, la CNS y la Fiscalía General del estado de Sinaloa, se suma a la detención de Heriberto “N”, quien desde el mes de abril del presente año quedó vinculado a proceso penal tras la muerte del periodista”, informó la PGR.
SE CUMPLE UN AÑO DEL ASESINATO DE JAVIER VALDEZ
“Hoy 15 de Mayo de 2018 se cumplen 365 amaneceres sin ti, definitivamente el año más duro de mi vida.
Así, con su familia al frente rodeada de amigos y compañeros de trabajo, dio inicio la jornada de protesta por la muerte del periodista Javier Valdez. Inauguraron una muestra gráfica que recopila un año de protestas en periódicos y revistas.
«En un país donde la mayoría de la sociedad deja solos a nuestros periodistas, siempre hay personas valiosas dispuestas a recordarnos que esto ¡No ha acabado!”, dijo Tania Valdez, hija de Javier Valdez.
Un año en el que la familia del periodista no solamente descubrió el dolor, sino también la dura carga de ser victimas indirectas de la violencia, y como muchas de ellas tuvieron que cambiar sus hábitos, abandonar su hogar y establecer mecanismos se seguridad para tratar de mantenerse a salvo.
«Conocimos además del dolor y todo lo que implica su ausencia, el miedo, el miedo porque ahora mis hijos temen lo que a mi me pueda pasar algo. Ya les quitaron a su papá y ahora temen por su madre, pero yo también temo por ellos. También nos preocupa la seguridad no nada más nuestra si no de los compañeros, colegas de Javier, del periódico, de la gente cercana a él”, señaló Griselda Triana, esposa de Javier Valdez.
A un año, su familia todavía se cuestiona qué pasó, pero también hay un reclamo al propio Javier, a su labor como periodista, a sus publicaciones que pusieron en riesgo a él, y a los suyos.
Fuente: Excélsior