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Contaminación genera cansancio; afecta el enfoque cognitivo

Publicado por
Aletia Molina

Luego de que la Comisión Ambiental de la Megalópolis activó la fase I de contingencia ambiental, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtió que la contaminación por dióxido de azufre afecta la función respiratoria, cardiovascular y provoca fatiga, falta de atención y disminución del enfoque cognitivo de las personas.

“Se piensa que las deficiencias menores de la función respiratoria y cardiovascular aumentan la fatiga, disminuye el enfoque y afecta la cognición, incluso, en poblaciones aparentemente sanas disminuye la capacidad de realizar el trabajo”, destacó  Ana Rosa Moreno Sánchez, profesora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

De acuerdo con la académica, nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire de mala calidad, lo que provoca ocho millones de muertes al año por contaminación. Mientras en México, según cifras del Instituto Nacional de Salud Pública, mueren 21 mil personas al año por esta causa.

Algunos de los padecimientos relacionados con la exposición a contaminantes que se han identificado son el   cáncer pulmonar, afecciones cerebrovasculares y degenerativas como la diabetes mellitus, la enfermedad de Alzheimer y el autismo.

Según la información difundida a través de UNAM Global, existe gran diversidad de canales a través de los cuales la contaminación afecta el funcionamiento de varios sistemas orgánicos e incluso la expresión genética en los seres humanos.

Entre los agentes contaminantes destacan las partículas -sólidas, líquidas, polvo, cenizas, hollín, metálicas, cemento o polen-, el ozono, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y el monóxido de carbono.

“Existe una estrecha relación cuantitativa entre la exposición a altas concentraciones de pequeñas partículas PM10 y PM2.5 y el aumento de la mortalidad, así como morbilidad diaria y a largo plazo”.

Expuso que en el caso del dióxido de nitrógeno, se ha revelado que los síntomas en niños asmáticos aumentan en relación con la exposición prolongada.

Respecto al monóxido de carbono planteó que respirar niveles altos podría provocar incluso abortos y que en el caso del ozono preocupa su relación con las cardiopatías.

Saúl Hernández Islas, profesor e investigador de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Biotecnología (Upibi), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), explicó que el establecimiento de la fase I de contingencia ambiental es un problema multifactorial y se complica con la radiación solar.

Fuente: Excélsior

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Aletia Molina