La semana pasada tuve la oportunidad de participar en un panel con renombrados economistas: Krishna Srinivasan, Subdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Martin Castellano, Economista en Jefe de Latinoamérica del Instituto Internacional de Finanzas (IIF) y Eduardo Gamarra, profesor de relaciones internacionales y ciencia política de la Universidad Internacional de Florida, en el marco del ciclo anual de conferencias sobre Latinoamérica de Swift, empresa líder en tecnología financiera. La reunión se llevó a cabo en Miami, Florida.
Si bien los temas del ciclo de conferencia estuvieron más orientados justo a las sinergias y riesgos del uso de la tecnología como “Las ‘apps’ como generadores de eficiencia en los servicios financieros” o “La evolución de los pagos trasnfronterizos”, “Las ‘fintechs’ y la inclusión financiera en Latinoamérica” y “Los retos de la ciberseguridad en el ecosistema financiero”, me pareció muy interesante que se incorporara el tema geopolítico en las perspectivas macroeconómicas de la región. Las tres conclusiones principales a las que considero que llegamos en el panel tienen que ver con los siguientes temas: (1) Crecimiento económico; (2) fortaleza institucional y macroeconómica; y (3) riesgos geopolíticos locales y globales.
(1) Crecimiento económico. Si bien en los últimos años el crecimiento económico en Latinoamérica ha decepcionado, en mucho fue por la fuerte crisis económica que ha enfrentado Brasil en los últimos tres años con fuertes caídas consecutivas en el PIB. Asimismo, los países que incorporaron políticas de carácter más populista, sin duda Venezuela, pero también en cierto grado Bolivia, Ecuador y Argentina. En este sentido, si bien México ha sido responsable de más de la mitad del crecimiento económico registrado en Latinoamérica en los últimos años, no ha podido lograr tasas de crecimiento más allá del 2.5 por ciento. Por otro lado, la caída de los precios de las mercancías o commodities ha sido un factor relevante, particularmente para Sudamérica, cuya dependencia es mucho mayor que en el caso de México. Sin embargo, Brasil ya está saliendo de su recesión y aunque todavía se ve muy complicado el panorama en algunos países, salvo en Venezuela, los demás van transitando poco a poco hacia tasas de crecimiento un poco más altas.
(2) Fortaleza institucional y macroeconómica. El efecto macroeconómico de la instrumentación de políticas populistas ha sido función inversa de la fortaleza institucional, así como del respeto a la estabilidad macroeconómica. Asimismo, la magnitud y profundidad de los mercados financieros locales ha sido clave para ‘disciplinar’ cualquier tentación de sobreutilizar la política fiscal o de faltar al respeto a la autonomía monetaria.
(3) Riesgos geopolíticos locales y globales. Además de las políticas proteccionistas del presidente de EU, Trump y de otros riesgos geopolíticos que están altamente ligados a la posibilidad de generar presiones inflacionarias en EU -incluyendo las ya mencionadas políticas proteccionistas en EU-, y que éstas aceleren el ciclo de alza de tasas del Banco de la Reserva Federal en EU (Fed), que en el pasado siempre han causado algún tipo de crisis en mercados emergentes, están los temas locales en Latinoamérica. En este sentido, destacan los comicios presidenciales y/o legislativos en nueve países de Latinoamérica, incluyendo Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, México, Paraguay, St. Maarten y Venezuela. Sin duda, los más importantes en Brasil, México y Colombia. En Colombia ya se llevó a cabo la ‘primera vuelta’ el pasado 27 de mayo y el próximo 17 de junio los candidatos Duque (39 por ciento en la primera vuelta) y Petro (25 por ciento) disputarán la segunda vuelta para ver quién será elegido presidente. México sigue con una sola vuelta el 1 de julio y Brasil llevará a cabo la primera vuelta el 7 de octubre y en caso de que se necesite una segunda vuelta (que parece que así será) se llevará a cabo el 28 de octubre. En el caso de Brasil hay más de 20 candidatos, incluyendo el ex Presidente Lula da Silva, que a pesar de encontrarse cumpliendo una sentencia de 12 años en la cárcel –y por lo tanto, imposibilitado legalmente para participar en la elección–, encabeza las encuestas. La incertidumbre electoral, en conjunción con los riesgos geopolíticos globales, sin duda aumentarán la volatilidad de sus mercados locales, incluyendo claramente un crecimiento menor en sus mercados accionarios con respecto a las utilidades que puedan generar las emisoras, depreciación de sus divisas con respecto al dólar (al menos) y aumento de las tasas de interés, tanto de política monetaria, como en los rendimientos de los bonos gubernamentales.
Twitter: @G_Casillas
* El autor es director general adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte y presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF.