Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y Encuentro Social), quiere que China invierta en el hogar de las comunidades más pobres de México.
¿El motivo? Hacer un corredor ferroviario que funcione como un minicanal de Panamá y para ello AMLO tiene la mirada puesta en la puerta de entrada al sur profundo de México, en el Istmo de Tehuantepec (donde el Océano Atlántico y el Pacífico están separados por 200 kilómetros), de acuerdo con un reporte de Jude Webber para el diario británico Financial Times.
Para Gerardo Esquivel, uno de los asesores económicos de López Obrador, China es el paso lógico para hacer realidad la revitalización de este corredor ferroviario porque el país asiático está invirtiendo en corredores comerciales que abarcan 65 países bajo la iniciativa «Un cinturón, Una Ruta».
“Es el tipo de proyecto en el que China seguramente querrá invertir, porque son proyectos de infraestructura a largo plazo con rendimientos claramente positivos”, le dijo Esquivel al medio británico.
El proyecto, llamado «Corredor Transítsmico para el Desarrollo Integral del Istmo de Tehuantepec» y que forma parte del Proyecto de Nación 2018-2024 de López Obrador, tendrá un presupuesto estimado en 7 mil millones de dólares en el primer año y requerirá de una combinación de fondos públicos y privados.
Esquivel describe el corredor como un proyecto emblemático, que no solo proporcionará una ruta alternativa para permitir que las mercancías eviten el Canal de Panamá, el cual se encuentra más de 2 mil kilómetros al sur, sino que también les dará a las empresas una razón para ubicarse en la decaída región sur de México.
Cabe mencionar que en 2012, López Obrador presentó un proyecto similar cuando contendía por segunda ocasión como candidato presidencial.
El Inconveniente
Si bien de 2014 a 2016 México captó más de 40 acuerdos de inversión chinos valorados en más de 4 mil millones de dólares (según un estudio del Atlantic Council), también es cierto que China tiene un historial poco alentador con las inversiones en la infraestructura mexicana.
En 2014 el gobierno chino intentó impulsar otro proyecto, un enlace ferroviario de alta velocidad que conectaría la Ciudad de México con la ciudad de Querétaro, pero la obra se canceló.
«El presidente Enrique Peña Nieto se vio obligado a cancelar un contrato adjudicado a un consorcio encabezado por China Railway Construction Corp —vergonzosamente apenas dos días antes de una visita a Beijing— después de fuertes críticas por la falta de transparencia. Luego se supo que la mansión de la familia, llamada la ‘Casa Blanca’ del presidente, había sido pagada por un contratista que era miembro del consorcio de trenes encabezado por la compañía china», refiere el reporte del Financial Times.
El diario británico indica que este es el tipo de escándalos de corrupción que AMLO promete erradicar.
López Obrador querrá anunciar el Corredor Transísmico desde “el primer día de su gobierno”, según Esquivel, quién sugirió que Carlos Slim, el mexicano más rico, también podría estar interesado en el proyecto.
Sin embargo Marcelo Ebrard, uno de los promotores del voto a favor de López Obrador en el norte de México, le dijo al Financial Times que espera que los inversionistas estadounidenses sean los más interesados: “EU es nuestro socio principal”, dice.