“Todavía es muy doloroso. La música debería ser lo más seguro del mundo. Uno cree que con el tiempo será más fácil hablar de ello o que uno encontrará la paz, pero debo confesar que todavía sigo esperando que llegue la paz”, aseguró Ariana Grande al recordar el primer año del atentado terrorista que se dio en un concierto que ofrecía en Manchester.
Para la juvenil cantante, el atentado en el que murieron 22 asistentes al concierto, “sacó lo peor de la humanidad, por eso hice todo lo posible para reaccionar como lo hice. Lo último que quiero es que mis fans vean lo que ocurrió y que piensen que el terrorismo ganó”, agregó.
El 22 de mayo de 2017, alrededor de 18 mil personas vivieron y sintieron el terror en carne propia, cuando un artefacto explosivo estalló al finalizar el concierto que la cantante estadunidense Ariana Grande ofreció en el Manchester Arena como parte de su gira Dangerous Woman Tour.
La cantante se encontraba devastada por lo sucedido por lo cual decidió cancelar parte de su gira europea, del 25 de mayo al 5 de junio.
Rota. Desde el fondo de mi corazón, lo siento mucho. No tengo palabras”, escribió en sus redes sociales en ese momento.
De acuerdo con el Daily Mail, la cantante y su madre volaron a su lugar de residencia en Boca Ratón, Florida gracias a Taylor Swift, quien le prestó su avión privado para que llegara más rápido a Estados Unidos.
Salman Abedi fue el hombre que en solitario realizó el ataque usando un artefacto explosivo improvisado. Fue un ataque suicida, el cual, al día siguiente, el Estado Islámico de Irak y Levante se adjudicó.
Fue considerado el atentado terrorista más mortífero en el Reino Unido desde los ataques del 7 de julio de 2005 en Londres, cuando explotaron tres bombas con 50 segundos de intervalo entre una y otra, en tres vagones del metro.
De acuerdo con la información dada a conocer la explosión en Manchester se produjo alrededor de las 22:33, hora local, causando 22 muertos y 116 heridos, entre ellos niños. El hecho ocurrió en el área del vestíbulo del estadio al término del concierto de la intérprete.
Según diversos testigos, Joan Grande, mamá de la cantante, resguardó a varios niños detrás del escenario, ya que se encontraba aún sentada en la primera fila del recinto cuando la bomba estalló, esperando el acceso para ver a su hija en camerinos y celebrar el éxito de su espectáculo.
Esa noche de caos, residentes y compañías de taxi de la ciudad, ofrecieron transporte o alojamiento libre vía Twitter a quienes lo necesitaran tras el concierto. Durante la confusión, padres y niños fueron separados, por lo que un hotel cercano sirvió de refugio para los niños perdidos.
Poco después del atentado, la cantante organizó un concierto benéfico en la ciudad británica de Manchester en donde llamó a la unidad y a no dejarse vencer.
Fuente: Excélsior