El Clásico español no tuvo esta vez como principal protagonista a Lionel Messi o Cristiano Ronaldo, sino al árbitro.
Más allá del empate 2-2 entre el Barcelona y Real Madrid en el Camp Nou, los reflectores cayeron sobre el silbante Alejandro Hernández, quien no supo juzgar varias acciones del partido que influyeron en el desarrollo del mismo.
El encuentro en el Camp Nou pintaba a ser descafeinado debido a que los culés ya habían ganado la Liga y la Copa, mientras los Merengues tienen la mente en la Final de Champions, fue por ello que las determinaciones del silbante le dieron el sabor que faltaba.
El duelo comenzó de manera normal y el primer tanto fue del cuadro local por medio de Luis Suárez, quien al minuto 10 cerró un centro de Sergio Roberto.
La ventaja no duró mucho dado que al 14′, CR7 hizo el 1-1 al valerse de un balón dejado por Karim Benzema para rematar a quemarropa de frente a Ter Stegen.
A Cristiano se le dobló de fea manera el tobillo derecho, lo que le obligó a ya no salir para el segundo tiempo, pensando en que llegue sano a la Final de la Champions League del 26 de mayo en Kiev ante Liverpool.
El silbante comenzó a perder el control cuando al 35′ Gareth Bale le dio una patada Andrés Iniesta que quedó en advertencia, para el 43′, Sergio Ramos y Suárez fueron amonestados por una discusión e inmediatamente Lionel Messi también por una entrada al «4» merengue.
Bale se salvó otra vez pero ahora de una tarjeta roja por una plancha sobre Samuel Umtiti, no así Sergi Roberto, quien se fue expulsado por una supuesta agresión a Marcelo, quien en un inicio lo provocó.
Ya en el complemento, «La Pulga» hizo el 2-1 al 52′ al quitarse a dos defensores y disparar desde fuera del área, aunque la jugada se tuvo que anular dado que Suárez, quien asistió al argentino, quitó el balón con una falta.
Sobresalió que al minuto 57 Iniesta salió de cambio y así recibió una ovación de la afición al ser este su último Clásico dado que deja al club al terminar la temporada.
Messi todavía tuvo un par de oportunidades para volver a anotar, sin embargo estuvo un gran Keylor Navas, quien oportunamente atajó los disparos del argentino, quien sólo le sonrío al costarricense.
El 2-2 se dio al 72′ por medio de Bale, también con un disparo desde lejos y la polémica apareció otra vez al 75′ cuando el árbitro no marcó un penal contra el Barsa por una falta de Jordi Alba sobre Marcelo.
El Barcelona, ya campeón y que aprovechó para festejar con su afición, sigue invicto en la campaña con 87 puntos por 72 de los blancos.
Al salir del terreno, los culés recibieron su pasillo, pero no del Madrid, sino del cuerpo técnico encabezado por el técnico Ernesto Valverde.
Fuente: Reforma