Como una forma de reconocer el papel que desempeñan las abejas y otros polinizadores para mantener sanas a las personas y a la Tierra, por primera vez, este 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), esta celebración será una oportunidad para que gobiernos, organizaciones, sociedad civil y los ciudadanos promuevan acciones que protejan y ayuden a los polinizadores y sus hábitats, incrementen su abundancia y diversidad, y apoyen el desarrollo sostenible de la apicultura.
En el documento: “Acción mundial de la FAO sobre servicios de polinización para una agricultura sostenible”, destacó que la fecha para esta celebración se eligió porque en ese día nació Anton Janša, un pionero de la apicultura moderna. Pertenecía a una familia de apicultores en Eslovenia, donde la apicultura es una importante actividad agrícola con una larga tradición.
La propuesta de la República de Eslovenia, apoyada por la Federación Internacional de Asociaciones de Apicultores (Apimondia) y la FAO, para celebrar cada año el Día Mundial de las Abejas el 20 de mayo, fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2017.
El Día Mundial de las Abejas pretende dar a conocer el hábitat de los polinizadores y mejorar las condiciones para su supervivencia, de modo que las abejas y otros polinizadores puedan desarrollarse.
Las abejas tienen un papel importante en la consecución del Hambre Cero, uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque casi las tres cuartas partes de las especies agrícolas del mundo dependen de las abejas y otros polinizadores, debido a que contribuyen a la alimentación y a la nutrición.
Mencionó que los polinizadores desempeñan un papel esencial para ayudar a alimentar a una creciente población mundial de manera sostenible y permitir mantener la biodiversidad y unos ecosistemas dinámicos.
Además, contribuyen a lograr medios de vida resilientes y crear nuevos empleos, en particular para los pequeños agricultores pobres, cubriendo la creciente demanda de alimentos saludables y nutritivos, así como de productos no alimentarios.
La disminución en el número de polinizadores, debido en gran parte a prácticas agrícolas intensivas, cambios en el uso de la tierra, empleo de plaguicidas y por eventos meteorológicos más extremos, está relacionada con brotes de plagas y enfermedades y niveles más elevados de malnutrición y enfermedades no transmisibles, provocando problemas de salud para la población en todo el mundo.
La FAO señala que para proteger a las abejas y a los polinizadores de las amenazas sobre su abundancia, diversidad y salud, es necesario hacer más esfuerzos para desarrollar una mayor diversidad de hábitats en entornos agrícolas y urbanos. Hay que implementar políticas a favor de los polinizadores que promuevan el control biológico de plagas y limiten el uso de plaguicidas.
Consideró que los campesinos pueden ayudar a mantener la abundancia, diversidad y salud de los polinizadores usando prácticas innovadoras que integren los conocimientos y la experiencia local y científica y diversificando los cultivos para que los polinizadores tengan siempre a su disposición recursos alimentarios y refugio.
Asimismo, se necesita aumentar la colaboración entre las organizaciones nacionales e internacionales, las entidades académicas y las redes de investigación para monitorear, investigar y evaluar los polinizadores y los servicios de polinización.
Todos tenemos la oportunidad de apreciar más a las abejas y a otros polinizadores, en especial el 20 de mayo, el Día Mundial de las Abejas, puntualizó. (Crónica)