Ana Frank ocultó dos páginas de su diario en las que escribió chistes obscenos y una descripción de lo que ella llamaba “asuntos sexuales” adhiriendo papel color café sobre las páginas de su famoso cuaderno.
Sin embargo, según un anuncio hecho el martes por la Casa de Ana Frank y dos instituciones culturales holandesas, los investigadores han podido revelar el texto oculto mediante el uso de las nuevas tecnologías digitales.
Frank, la escritora adolescente que durante la Segunda Guerra Mundial narró en su diario el proceso de convertirse en mujer en un ático secreto donde se ocultaba de los nazis, pudo haber camuflado las páginas debido al contenido sexual de esas anotaciones que no quería que fuesen descubiertas por su padre o alguna de las personas que convivían en el ático.
“En ocasiones imagino que un hombre viene a preguntarme acerca de asuntos sexuales”, escribió Frank en holandés. “¿Qué podría decirle?”. Ella hace un intento por responder dirigiéndose a un interlocutor imaginario y utilizando un tono elevado con frases como “movimientos rítmicos” para describir el acto sexual y “medicamento interno”, para hablar de anticonceptivos.
También hace referencia al tema de la menstruación como una “señal de que está madura” y al de la prostitución, diciendo que “en París tienen grandes casas para ese fin”.
Peter de Bruijn, veterano investigador del Instituto Huygens de Historia de los Países Bajos, comentó que las páginas recién descubiertas no son relevantes por su contenido sexual, ya que Frank explora asuntos similares en otras partes del diario, incluso con términos más explícitos. Dijo que la relevancia del hallazgo reside en que muestra los primeros intentos de Frank por escribir con un registro más literario.
“Comienza con una persona imaginaria a quien le habla de sexo, y de ese modo crea una especie de entorno literario para escribir acerca de un tema con el que quizá no se siente cómoda”, explicó.
Las dos páginas fueron escritas en el primer diario de Ana Frank —que está forrado con una cubierta cuadriculada en color rojo con blanco— el 28 de septiembre de 1942, cuando tenía 13 años. Durante el tiempo que pasó escondida, escribió dos versiones del diario. El primero se escribió en una serie de cuadernillos, desde que cumplió 13 años el 12 de junio de 1942 hasta el 1 de agosto de 1944, y era privado.
Pero un día escuchó en la radio que el gobierno holandés en el exilio planeaba publicar historias testimoniales de las víctimas de la ocupación alemana y decidió escribir un libro basado en sus diarios que tituló El anexo secreto, el cual esperaba poder publicar después de la guerra. En unos meses escribió 215 páginas sueltas pero, en agosto de 1944, fue descubierta junto con su familia; fue arrestada y deportada. Falleció en el campo de concentración Bergen-Belsen a escasos tres meses de cumplir 16 años, en 1945.
De Bruijn dijo que Frank pudo haber adherido el papel a las páginas como una forma de autoedición conforme revisaba y preparaba su diario para la segunda versión pública.
Los investigadores de la Casa de Ana Frank descubrieron las dos páginas ocultas en la versión original del diario mientras verificaban su estado y fotografiaban las páginas en 2016. Los cuadernos están resguardados para su conservación y solo se analizan una vez cada diez años.
Las páginas 78 y 79 del diario que fueron cubiertas por la autora. Los expertos usaron técnicas avanzadas de procesamiento digital para poder recuperar las anotaciones. Credit Casa de Ana Frank
La tecnología que les permitió a los investigadores poder leer las páginas cubiertas sin destruirlas no existía antes. “Las páginas pueden dañarse con el tacto, así que no las manipulamos”, afirmó Teresien da Silva, directora de colecciones de la Casa de Ana Frank. Mediante un programa de fotografía e imagen digital, pudieron descifrar el texto subyacente sin necesidad de tocar las páginas.
¿Es irrespetuoso publicar las páginas que la joven deseaba mantener ocultas?
“Puedes compararlo, por ejemplo, con descubrir que hay algo pintado debajo de una obra maestra de Rembrandt”, señaló Da Silva. “Cuando te das cuenta de algo así, quieres saber qué hay debajo porque puede darte indicios de cómo trabajaba”.
Una portavoz de la Casa de Ana Frank afirmó que el museo publicará el nuevo texto en su sitio de internet, pero lo hará únicamente en holandés, por el momento, debido a limitaciones relacionadas con los derechos de autor.
Fuente: NYTimes