Andrés Manuel López Obrador aseguró que ayer durante el segundo debate presidencial puso en su lugar tanto a Ricardo Anaya como a José Antonio Meade.
Luego de encabezar un mitin en La Barca, Jalisco, el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia explicó que cambió su estrategia de no contestar a los señalamientos de sus adversarios porque «se pasaron de la raya».
«Me dijeron de que era amor y paz, pero que yo no me dejara, entonces mis asesores del pueblo me aconsejaron, me dijeron: ‘si se portan altaneros, groseros, ponlos en su lugar, dales un estate quieto’, y eso fue todo», aseveró.
El tabasqueño criticó en particular al aspirante presidencial del Frente, a quien llamó «mentiroso», «mentecato», «majadero» e «hipócrita» y reconoció que lo sintió agresivo ayer en Tijuana.
«Y es el modelito éste, un hipócrita, están acostumbrados a mentir, y apantallar (…) Presenté un libro que ya está circulando sobre las mentiras de Anaya, y va a ser un capítulo por día porque miente un día sí y otro también.
«Nada más fue para ponerlo en orden, estaba ya muy grosero, es un ‘estate quieto’, así se llama eso (…) Quedó al descubierto como un mentecato, un mentiroso», abundó.
Al rechazar que ya la contienda presidencial sea entre Anaya y él, López Obrador lamentó que sus adversarios «estén tan desesperados» y actúen de esa forma.
«El que se portó muy majadero fue Anaya, estaba yo llegando, no sé si se dieron cuenta, y se me para enfrente a sacarme de que no era cierto lo que decía… él dijo: ‘el debate también trata sobre inversión extranjera’, y se me para: ‘cuando usted estuvo de jefe de Gobierno no hubo inversión extranjera’… fue mucho, pues».
Afirmó que tras este segundo encuentro entre candidatos a la Presidencia de la República, «vamos para arriba como la espuma del mar».
Fuente: Milenio