El diputado independentista Joaquim Torra, designado por Carles Puigdemont para encabezar el Gobierno de Cataluña, fue elegido hoy presidente de esa región española.
Torra fue elegido por mayoría simple con 66 votos, gracias a la abstención de los cuatro diputados del independentismo radical de la CUP.
Votaron a favor JxCat (centroderecha), la formación a la que pertenece, y ERC (republicanos de izquierdas), y recibió 65 votos en contra de los partidos de la oposición.
En su intervención ante el Parlamento regional catalán, Torra defendió hoy una «nación plena» catalana, que se desarrolle en una «república de todos los derechos» y volvió a defender a Puigdemont – actualmente en Alemania huido de la Justicia española- como presidente legítimo.
Puigdemont está en Alemania, desde donde intenta evitar su extradición. Las autoridades españolas lo reclaman por supuesta malversación de fondos públicos y por orquestar una «insurrección» para separarse de España.
El juez instructor que lleva el caso en el Tribunal Supremo alegó que su intento secesionista de octubre debería considerarse una «rebelión» porque empleó «violencia», una argumentación rechazada por los independentistas y cuestionada por los magistrados alemanes que deciden sobre la extradición de Puigdemont.
Torras, un abogado de 55 años, prometió establecer una asamblea constituyente para redactar la constitución de la nueva república catalana que sea «libre justa, próspera, que garantice el bienestar al conjunto de los ciudadanos que la componen».
Con la república todo el mundo ganará derechos», dijo Torra a los legisladores.
Nadie perderá derechos, es para todos, voten lo que voten», agregó.
Con la elección de Torra se cierra un periodo en el que la administración catalana ha estado dirigida por el Gobierno español, tras hacerse efectivo el artículo 155 de la Constitución española el 27 de octubre de 2017, inmediatamente después de que el Parlamento catalán declarara unilateralmente la independencia de esa región española.
El movimiento independentista catalán provocó la peor crisis política e institucional en el país en décadas.
Las encuestas muestran que los 7.5 millones de residentes en la adinerada región nororiental están divididos casi al 50% sobre si Cataluña debería independizarse de España.
Una gran mayoría quiere resolver la cuestión en un referéndum, que según la ley actual solo puede autorizar el gobierno de Madrid.
Fuente: Excélsior