Da tanto gusto escuchar a Gianluigi Buffon que hasta reconforta pensar que seguirá estando presente, aunque no sea ya defendiendo la portería de la Juventus. El eterno portero se despide tras 17 temporadas en el equipo. «El sábado será el último partido con la Juventus, creo que es el mejor modo de terminar mi aventura», declaró este jueves en una esperada rueda de prensa. Lo que ocurrirá después todavía es una incógnita.
«Hasta hace 15 días tenía claro que era un exjugador. Pero ahora han llegado propuestas estimulantes dentro y fuera del campo», añadió. Hombre «tímido, altruista, carismático, ambicioso, leal, honesto, transparente y capitán», como lo definió el presidente juventino, Andrea Agnelli, se tomará unos días de reflexión para decidir en frío. El anuncio definitivo debería llegar a mediados de la próxima semana. Por un lado, hay varios clubes importantes interesados en el portero de 40 años. En Europa se ha hablado del Liverpool o el Sporting de Portugal y en Argentina de Boca Juniors. Descartó continuar en Italia o emprender aventuras exóticas como tantos otros. «No quiero dejarme condicionar por el ímpetu, pensaré en los estímulos y en mi forma física.
Soy un animal de competición y no podría vivir en otro contexto», resumió. De otra parte, el propio Buffon reconoció que la oferta más interesante en los despachos viene de la misma Juventus. Agnelli aclaró que se trataría de un «año de formación como dirigente», con el presumible objetivo de ocupar después un puesto directivo. Presidente y capitán escenificaron con varios abrazos esa unión que durante tantos años se ha plasmado en el campo, pero también más allá de él.
El guardameta reconoció que sus logros son los de su equipo y que si ha llegado donde está es «por la filosofía del trabajo que esta sociedad transmite». «Una filosofía que he hecho mía y que utilizaré en el futuro», agregó. Gigi compareció emocionado, pero fue capaz de contener las lágrimas. Se había dicho que no quería una despedida lacrimógena o nostálgica, como la de Totti. Buffon la escenificó en chaqueta, en un ambiente sobrio y después de ganar su cuarto doblete consecutivo en apenas una semana. En el próximo partido, ante el Verona, espera recibir lo mismo que él ha ofrecido: «respeto, estima y afecto».
Confesó que no es la persona más indicada para los homenajes porque ya de pequeño le costaba celebrar el cumpleaños para no sentirse el centro de atención. Sin embargo, el plan es que sea sustituido a falta de un cuarto de hora y que todo el Juventus Stadium le rinda los honores que merece, quiera o no. Para Buffon ésta ha sido una «temporada sofocante». «Desde noviembre asumo un peso enorme por el fracaso de la eliminación del Mundial», dijo. Después llegó una lesión que le dejará «sólo» con 640 partidos en Serie A, a 17 del récord de Paolo Maldini. Y por último, la eliminación de la Champions ante el Real Madrid. Para un mito como él no es más que una tragedia dentro de la epopeya, aunque es algo que todavía le deja mal sabor de boca. «Me disgustó haber ofendido al árbitro, que tiene un trabajo difícil. Si lo hubiera encontrado dos días después, lo habría abrazado, pero confirmando mi pensamiento», expresó.
Buffon sigue sin estar de acuerdo con el penalti que provocó la eliminación de la Juve, aunque lo que más le pesa es «haberse sobrepasado, tras 23 años sin haber sido expulsado». Esas son las temporadas que lleva sobre el campo el guardameta, desde que debutara con el Parma con 17 años. Su palmarés no es para bromear: nueve ligas, cinco copas de Italia, una de la UEFA y un Mundial, entre otros títulos. Le falta esa Champions que ha intentado ganar hasta el final. Pero lo importante para Gigi es haberse sentido parte de algo grande. «Si pensara que la Juve cierra un ciclo sin mí o que el récord de imbatibilidad que conseguí es mérito mío y no de mis compañeros es que no habría entendido nada en estos 17 años», sentenció. Si bien, en los 121 años de historia de la Juventus, Buffon «representa casi un 20% de ese camino y un 30% de los títulos», le recordó Andrea Agnelli.
El capitán entiende de algo que va más allá del deporte: la dignidad. Ni siquiera aspira a tener una última despedida con la selección, porque «ese capítulo ya quedó cerrado en el campo». «Tenía miedo de terminar siendo favorecido o como un jugador que ha perdido el motor. No ha sido así, sino que hasta el último fin de semana he ofrecido las prestaciones a la altura de mi nombre y de la Juventus», opinó. Según Buffon, la Juve y él están a la par por lo que se han dado el uno al otro. El fútbol, sin embargo, siempre estará en deuda con él.
Fuente: El Mundo