En España las marchas han estado teñidas por el color lila en banderas, pañuelos y pancartas, en apoyo del movimiento feminista, que en los últimas días protesta en España por una sentencia judicial que considera abuso sexual y no violación, la agresión de cinco hombres a una joven en los Sanfermines de 2016.
En Moscú, Al igual que en tiempos soviéticos, en las inmediaciones de la plaza se podían ver las clásicas pancartas de «Paz, mayo y trabajo», además de otras como «Los trabajadores no pueden ser pobres» o «No al aumento de la edad de jubilación».
Acudieron a la llamada de los sindicatos empleados de los sectores educativos, de defensa, comercio, construcción, maquinaria, construcción de barcos, instituciones deportivas y culturales, además de diputados y funcionarios del partido del Kremlin, Rusia Unida.
En París, Grupos de radicales se enfrentaron con la Policía durante la manifestación del Primero de Mayo, convocada por el sindicato Confederación General del Trabajo.
El ministro francés del Interior, Gérard Collomb, condenó «con firmeza» la violencia y el vandalismo, y aseguró también en Twitter que se ha puesto todo a disposición para cesar «estos graves altercados al orden público y detener a los autores de esos actos incalificables».
En Cuba, cientos de miles de personas marcharon en una jornada en la que las reivindicaciones laborales estuvieron ausentes y todo el protagonismo lo cobró el mensaje de respaldo al nuevo presidente, Miguel Díaz-Canel, y a la vigencia del legado revolucionario.
En tanto, en Venezuela el chavismo convocó una movilización masiva en el centro y oeste de Caracas en «defensa» de la soberanía, la democracia y de las «conquistas» laborales.
Maduro duplicó ayer el salario mínimo de los trabajadores y aumentó los subsidios que reciben millones de personas y lo ponderó como una razón más para manifestar y defender la revolución bolivariana que lidera este Primero de Mayo.
Fuente: Crónica