En la tercera mayor transacción de los 152 años de historia de Nestlé, el gigante suizo de los alimentos invertirá 7 mil 150 millones por el derecho a comercializar productos de la marca Starbucks, desde granos hasta cápsulas, uniendo su red de distribución internacional al atractivo del nombre posiblemente más importante en café de Java.
Nestlé no recibirá ningún activo físico en el acuerdo. El máximo responsable Mark Schneider aprovecha el reconocimiento de marca de Starbucks, con sus 28 mil puntos de venta en el mundo y un enorme poder de atracción en los Estados Unidos. Nestlé ha tenido dificultades allí durante años con sus productos, tanto Nespresso como Dolce Gusto.
A la empresa le vendría bien un impulso: el año pasado las ventas crecieron al ritmo más lento en más de dos decenios. Al ingresar a un acuerdo de comercialización con Starbucks, la compañía suiza revela los límites de su crecimiento con Nescafé y Nespresso.
Las acciones de Starbucks avanzan un marginal 0.008 por ciento, a 57.68 dólares, a las 11:30 horas de la Ciudad de México. Los títulos llegaron a subir hasta un 3,2 por ciento antes de la apertura del mercado en Nueva York.
La compañía dijo que usará lo obtenido en el acuerdo para acelerar las recompras de acciones. Nestlé subió 1.57 por ciento, a 77.56 francos suizos en Zúrich. Sus acciones habían caído un 9 por ciento este año.
Las cápsulas de imitación -incluidas las que llevan la marca Starbucks- afectaron uno de los mayores motores de crecimiento de Nestlé, su negocio Nespresso de café en porciones.
Este nuevo acuerdo dará a la compañía suiza el control de las cápsulas Starbucks, entre otros productos. Tiene lugar en un momento en que la marca de cafés instantáneos Nescafé de Nestlé ha perdido cuota de mercado en cuatro de los últimos cinco años, según Euromonitor.
Starbucks es la segunda marca más valorizada en comidas rápidas, según el informe Global BrandZ 2017, que estima su valor en 44 mil millones de dólares.
Schneider acordó pagar 3.6 veces las ventas por el negocio de productos de consumo, más que el promedio de 3 veces correspondiente a los acuerdos alimentarios globales importantes, según Andrew Wood, analista de Sanford C. Bernstein.
“Será su primera prueba importante en fusiones y adquisiciones”, dijo Wood. “Los antecedentes de adquisiciones de Nestlé en los últimos 10 a 15 años han sido menos que estelares”.
Nestlé absorberá unos 500 empleados de Starbucks que continuarán trabajando en la sede en Seattle. Starbucks seguirá fabricando los productos de café en Norteamérica en tanto Nestlé estará a cargo de la fabricación en el resto del mundo.
Las ventas serán contabilizadas por Nestlé, que pagará regalías a la cadena de café. El acuerdo suma perspectivas de crecimiento fuera de Norteamérica, donde los puntos de venta de Starbucks no son tan predominantes.
El nombre de Nestlé no aparecerá en los productos de Starbucks. “No queremos que el consumidor perciba que Starbucks ahora es parte de una familia más grande”, mencionó una fuente de Nestlé.
Starbucks dijo que ahora espera devolver aproximadamente 20 mil millones de dólares en efectivo a los accionistas en recompras de acciones y dividendos hasta el año fiscal 2020.
También aseguró que espera que la operación se agregue a sus ganancias por acción para el final del año fiscal 2021 o quizás un poco antes, aunque no modificará los objetivos financieros a largo plazo actualmente establecidos por la compañía.
En un comunicado por separado, Nestlé expuso que espera que el acuerdo contribuya positivamente a sus ganancias por acción y objetivos de crecimiento orgánico a partir de 2019. (THOMAS MULIER Y CORINNE GRETLER. BLOOMBERG)