El porcentaje de comercios que ha cerrado en el último año debido a los problemas económicos de Venezuela oscila entre 35 y 40 por ciento del total, afirmó María Carolina Uzcátegui.
La presidenta del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) precisó que se trata de una estimación derivada de investigaciones y encuestas que ha realizado este Consejo, pues el Banco Central de Venezuela tiene cerrada la información.
A ese dato se suma el aviso de que al menos 100 farmacias venezolanas están a punto de quebrar por la conjunción de falta de medicinas y alto precio de los fármacos, indicó la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven).
Uscátegui pidió al gobierno «tomarse enserio la economía», y atacar los verdaderos problemas del sistema financiero, que son baja producción y excesivo gasto público.
Esos dos problemas son las principales causas de la hiperinflación en que vive Venezuela, y a su vez la mayor dificultad que enfrentan los comerciantes, dijo en declaraciones reproducidas por la edición digital de El Universal.
Señaló que la impresión de dinero inorgánico daña la economía, y subrayó que no es posible que el gobierno se empeñe en gastar más de lo que gana.
Agregó que la determinación del precio final de los productos no está en manos de los comerciantes, y añadió que en realidad lo que sucede es que la oferta es insuficiente para la demanda que se presenta.
Por ello es el usuario final quien debe de pagar todos los costos de la cadena de distribución, que aumenta constantemente debido a las malas políticas económicas implementadas por el Estado.
Los comerciantes “no se sienten cómodos aumentando los precios”, porque ahuyentan a los consumidores, “que son la razón de ser de un negocio”, concluyó.
En tanto, Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), advirtió que se trabaja con el dólar libre, de manera que cuando la gente llega a las farmacias, ve que no puede pagar los medicamentos.
Ejemplificó con que hay antibióticos que cuestan 15 millones de bolívares, además de que a los distribuidores de fármacos se les debe de pagar al contado.
El 1 de mayo el presidente venezolano Nicolás Maduro ajustó el salario mínimo básico a un millón de bolívares, que sumado a la bonificación por alimentación, llega en total a 2.5 millones de bolívares, alrededor de tres dólares en el mercado paralelo.
Ceballos dijo en declaraciones citadas por el sitio aporrea.org que se va a pedir una audiencia a Maduro, porque el problema de las farmacias es un problema de salud pública.
Además, denunció que las 8.5 toneladas de medicinas e insumos médicos donadas por Rusia carecen de etiquetas en español, lo cual es una violación a la Ley del Medicamento.
Fuente: MVS