El nominado a Secretario de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos, Ronny Jackson, cedió a los crecientes alegatos sobre conducta inapropiada en su contra, y hoy anunció su retiro del proceso para ser confirmado en el cargo por el Senado.
En su anuncio de esta mañana, el almirante Jackson lamentó el clima político que priva en la capital estadunidense y rechazó los alegatos en su contra al considerarlos falsos.
Aseguró que su decisión de retirarse del proceso de confirmación fue motivada por su convencimiento de que se convertiría en una distracción para el presidente estadunidense Donald Trump.
“Aunque estaré agradecido por la confianza que el presidente ha colocado en mi al darme esta oportunidad, lamentablemente estoy retirando mi nominación para ser Secretario del Departamento de Asuntos de Veteranos”, señaló Jackson en un comunicado dado a conocer este jueves por la Casa Blanca.
Jackson, quien desde hace más de 12 años se desempeña en la Casa Blanca como el médico oficial del presidente, ha sido el centro de alegatos sobre conductas inapropiadas en el trabajo, incluyendo consumo de alcohol durante la jornada laboral.
El senador John Tester, el demócrata de más alto rango en el Comité de Asuntos de Veteranos en el Senado, reveló que la facilidad con que Jackson prescribía medicinas entre el personal le ganó el sobrenombre de «Candy man», porque las repartía como dulces.
Según los alegatos, Jackson, en estado de ebriedad, protagonizó un escándalo en un hotel durante un viaje al exterior del entonces presidente Barack Obama, y en otro caso fue encontrado ebrio y durmiendo en su cuarto de hotel cuando fue buscado para atender una llamada médica.
El almirante de la Marina fue acusado además de haber destruido un vehículo del gobierno que manejó bajo los efectos del alcohol, y de presidir una oficina con un clima hostil de trabajo.
Jackson aseguró que las acusaciones en su contra “son completamente falsas y fabricadas. Si tienen algún mérito, no habría sido seleccionado, promovido y (no me habrían) dado la confianza para servir en tan sensible e importante papel como médico de tres presidentes en los pasados 12 años”.
El presidente Trump se mostró molesto por la decisión de su nominado y acusó a los demócratas, como Tester, de buscar destruir a Jackson, sugiriendo que el senador debería pagar un precio por lo que consideró como un ataque injusto.
“Él tiene que pagar un precio muy alto en Montana. Están tratando de destruir un hombre de buena reputación”, advirtió el mandatario este jueves, durante una entrevista con la cadena de televisión FOX.
Trump aseguró que ya tiene el reemplazo para Jackson y adelantó que a diferencia del médico, su nuevo nominado tiene experiencia política, aunque sin adelantar la fecha en que podría hacer el anuncio oficial.
Fuente: Crónica