Ciudadanos Organizados empezó, desde 2012, a realizar picnics sobre el camellón de Viaducto, una de las principales vialidades de la Ciudad de México. La idea era recuperar el espacio y recordar la importancia del río de la Piedad y los 45 ríos de la cuenca de México.
Así surge el proyecto del Ecoducto, encabezado por el biólogo Alejandro Alba; un parque lineal ecológico que divide los sentidos del Viaducto Miguel Alemán y que se convierte en una opción de tranquilidad en medio del tráfico.
El Ecoducto mide 1.6 kilómetros, desde la calle Unión hasta la avenida Monterrey. Además de recreativo, es sustentable, pues cuenta con un sistema para tratar 30 mil litros de aguas negras del Río de la Piedad al día.
Cuenta con 10 biodigestores y cuatro humedales artificiales, que remueven los principales contaminantes de las aguas residuales: materia carbonosa, microorganismos patógenos, nutrientes, sólidos suspendidos y metales pesados.
La obra, explica Alejandro Alba, es parte de la lucha contra el cambio climático, además de que mejora el paisaje urbano y recupera espacios públicos. La vegetación reduce 10 decibeles el ruido al interior del parque y disminuye el calor en la zona.
En este espacio hay 4 mil 800 metros cuadrados de vegetación y 50 mil plantas, con lo que se calcula una reducción de 50 toneladas de carbono emitidas a la atmósfera cada año. Cuenta además con 110 bancas, 15 techumbres, 31 reflectores y 48 conexiones eléctricas.
Está pensado para poder practicar deporte y hacer largas caminatas. A diferencia de otros parques, donde los árboles son muy altos, aquí la vegetación está a ras de piso, lo que ayuda a mejorar el ritmo cardiaco, además de que el lugar estará lleno de oxígeno.
El mantenimiento y limpieza dependen de todos, debemos de cuidarlo como si fuera nuestro. Además se darán talleres para concientizar sobre su buen uso.
Fuente: El Financiero