Actualmente, nueve de los acusados de rebelión cumplen prisión provisional en España y cuatro permanecen fugados en varios países europeos como Alemania, Bélgica, Reino Unido y Suiza.
La protesta de hoy coincide con los seis meses del encarcelamiento de los líderes sociales secesionistas Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, dos de los procesados por rebelión, también en prisión preventiva, procesados también por varios delitos.
Sánchez ha sido dos veces candidato a presidente de la comunidad autónoma de Cataluña tras las elecciones regionales del 21 de diciembre de 2017, pero el juez Llarena le denegó el permiso de libertad para presentarse a la elección por riesgo de «reiteración delictiva».
Sánchez y Puigdemont son diputados catalanes de la coalición independentista de derechas Juntos por Cataluña.
La organización convocante de la manifestación de hoy está integrada por diversas entidades, asociaciones y sindicatos (entre ellos las secciones catalanas de CCOO y UGT), que consideran que «los problemas políticos deben tener una respuesta política y no represiva».
ambién piden a las instituciones catalanas, españolas y europeas que busquen espacios para «la negociación política».
A la convocatoria se unieron los partidos independentistas y la coalición de izquierdas Catalunya en Comú-Podem. Entre otros asistentes estaba la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Durante todo el recorrido los participantes gritaron consignas como «No estáis solos», «Somos gente de paz» o «Libertad, presos políticos» y a favor Puigdemont.
Al finalizar la marcha, se leyó un manifiesto, así como sendas cartas de Cuixart y Sánchez escritas desde la prisión.
Los manifestantes portaban numerosas banderas independentistas y lazos y camisetas amarillos, color que los secesionistas usan como símbolo de solidaridad con los encarcelados.
Fuente: Milenio