El exjefe negociador de la exrebelde FARC, Iván Márquez, advirtió que la paz, que firmaron con el gobierno colombiano en noviembre del 2016, se está hundiendo poco a poco y aseguró que hay un deber moral de salvarla.
Estoy de acuerdo con la percepción del jefe del equipo negociador del Gobierno en la mesa de La Habana, doctor Humberto de La Calle, cuando asegura que el concierto de los enemigos de la paz y el incumplimiento de la implementación, se está tirando la Paz”, señalo el líder de la FARC en una declaración.
Consideró que la “paz se está hundiendo poco a poco ante la indiferencia o cobardía cuando el deber moral es salvarla a toda costa como el más trascendental acuerdo logrado por Colombia en las últimas décadas”.
Para Márquez, dirigente del ahora partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el “acuerdo tal como fue aprobado en La Habana sin las mutilaciones causadas por el Congreso con la anuencia y tal vez con la indiferencia de las otras ramas del poder”.
Es hora de liberar las más audaces decisiones. Le pido al Presidente (Juan Manuel) Santos que actúe. El Gobierno está permitiendo, con pasividad pasmosa, que se continúe sembrando la maleza de los montajes judiciales y la intervención foránea, vulnerando incluso el procedimiento diplomático y el propio ordenamiento constitucional”.
El dirigente político reiteró que la “creciente inseguridad jurídica, basada en procesos amañados, está sembrando la cizaña de la desconfianza”.
Márquez también se refirió al caso del líder Jesús Santrich, quien fue detenido acusado de narcotráfico por las autoridades de Estados Unidos, que lo pidió en extradición. El excomandante de las FARC se encuentra en huelga de hambre desde el pasado 9 de abril.
El tiempo y las horas de Santrich se están acabando. Salvemos a Santrich y salvemos el proceso que ha despertado la esperanza de la gente buena. No más guerra debe ser el grito colectivo. Este es un llamado al movimiento social y político del país que ya tiene en sus manos la potencia transformadora que le ha entregado el Acuerdo de Paz”, subrayó.
Carlos Antonio Lozada, uno de los dirigentes de FARC, instó hoy a Márquez a asumir el próximo 20 de julio su escaño en el Senado colombiano, al cual renunció la semana pasada alegando falta de garantías jurídicas.
Vamos a pedirle al camarada Iván que recapacite y reconsidere esa decisión. Él no solamente es un máximo dirigente de nuestro partido sino que además fue la cabeza de la comisión encargada de negociar el acuerdo de paz», aseguró Lozada en una entrevista con Caracol Radio.
Márquez afirmó la semana pasada que no va a aceptar que lo señalen como narcotraficante en el Congreso, en alusión a la detención de Jesús Santrich, un líder de la FARC que está pedido en extradición por la justicia de Estados Unidos y que fue detenido el pasado 9 de abril por las autoridades colombianas.
El exlíder guerrillero es acusado de planear el envío de 10 toneladas de cocaína a ese país después de la firma del acuerdo de paz en noviembre de 2016.
Sin embargo, Lozada aseguró que Márquez es el único de los 10 congresistas (5 en Cámara y 5 en Senado) que tendrá la FARC en la próxima legislatura que ya tiene «una experiencia parlamentaria».
Márquez fue representante a la Cámara entre 1986 y 1987, cuando el Gobierno del entonces presidente Belisario Betancur (1982-1986) y las FARC hicieron un proceso de paz del que surgió el partido Unión Patriótica (UP) en 1984.
Por lo tanto no dudamos que el 20 de julio estará con nosotros encabezando la representación parlamentaria de nuestro partido», aseguró.
El escaño de Márquez es uno de los cinco que, según el acuerdo de paz y las normas aprobadas, le corresponden a los exguerrilleros de las FARC en el Senado.
El diario The Wall Street Journal aseguró en una publicación del sábado que agentes de la DEA y funcionarios de Colombia realizan una investigación contra Márquez por supuesta conspiración para tráfico de cocaína hacia Estados Unidos.
Al respecto, la Fiscalía de Colombia dijo hoy que «no posee investigación por narcotráfico contra Iván Márquez con posterioridad a la firma del acuerdo de paz».
Fuente: Excélsior