El secreto puede estar en esa dieta a base de zanahorias. O en no haber perdido nunca su fino sentido del humor. El caso es que Bugs Bunny llega como una flor a los 80 años, los que se cumplen hoy desde que su prototipo apareciera en un corto de dibujos animados titulado ‘Porky’s Hare Hunt’. Su popularidad se ha mantenido intacta durante ocho décadas triunfales en las que se ha coronado como el mejor personaje de dibujos en dura pugna con el mucho más correcto Mickey Mouse. Warner versus Disney.
No le ha sobrevivido ninguno de sus creadores. El último en morir, el 14 de diciembre de 2017, a tres meses de cumplir los cien años, fue Bob Givens, el encargado de rediseñar el conejo que había creado Ben ‘Bugs’ Hardaway para ese corto piloto. Mel Blanc, el hombre de las mil voces, el actor que le puso voz a Bugs Bunny pero también a Porky, el Pato Lucas, Piolín, Correcaminos o Pablo Mármol, sugirió que se podría utilizar el sobrenombre de Hardaway para bautizar a este conejo antropomórfico y respondón.
Bugs Bunny no tardó en hacerse famoso. Su primer corto de animación con su nuevo nombre se emitió el 27 de julio de 1940. En esa historia ya apareció un conejo que salía de su madriguera y, mientras comía una zanahoria, le preguntaba a un Elmer Gruñón armado con una escopeta: «Eh, what’s up, doc?», su frase más conocida, que en España se tradujo y se dobló como «¿Qué hay de nuevo, viejo?».
Lustro a lustro, década a década, fue afianzando su personalidad, la de un lagomorfo -un animal con dos grandes incisivos- astuto, irreverente, liante, astuto, ingenioso, algo engreído y muy carismático. No tardó en convertirse en el gran referente de ‘Merrie Melodies’ y hasta de la Warner Bros. Su popularidad le llevó a convertirse en la mascota de varios escuadrones de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante la II Guerra Mundial. Y también consiguió que el cuerpo de Marines lo nombrara miembro honorario después de que el conejo saliera vestido con su uniforme en la película ‘Super Rabbit’.
Fuente: Enfoque Noticias