América ha empezado a girar. Hace tres años, el deshielo con Cuba y el espectro de la recesión económica centraban los focos. Ahora, un vendaval político recorre el continente. Las sacudidas van desde la presidencia de Donald Trump y la agónica crisis venezolana hasta la ola de encarcelamientos y dimisiones por corrupción. Un vertiginoso carrusel que se dará cita en la VIII Cumbre de las Américas que se celebrará este viernes y sábado en Lima (Perú) y que tiene como actor de excepción al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. “De la cumbre debería salir una mejora de la democracia, el comercio y la cooperación”, dice sonriente este diplomático uruguayo que fue canciller con José Mujica. La entrevista se celebra en su residencia oficial. Es domingo por la mañana en Washington y un sol gélido presagia nevada.
Pregunta. Se viven días convulsos en América. ¿Qué está pasando?
Respuesta. Durante mucho tiempo, el continente pretendió que todo iba bien, pero las malas prácticas se iban acumulando, la corrupción llegó a ser rampante y campante como en el caso Odebrecht, y el sistema político se vio afectado; a veces por cooptación del poder judicial, a veces por el bloqueo del trabajo parlamentario. Ahora se está viviendo una reacción. Los sistemas políticos están tratando de curarse, de operar para sacarse las partes podridas y sanar las infecciones.
Fuente: El País