En Contexto

3 frases del discurso de Miguel Díaz-Canel como presidente de Cuba

Publicado por
Aletia Molina

El hasta ahora vicepresidente primero de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, ascendió a la presidencia tras una votación en la que logró el apoyo de 603 de los 605 diputados de la Asamblea Nacional cubana reunidos en La Habana.

Díaz-Canel sustituye a Raúl Castro, quien abandona el puesto tras 12 años en el poder.

En su primer discurso como presidente, Díaz-Canel dejó pocos resquicios para la esperanza para quienes esperan cambios relevantes en Cuba.

Elogió la figura de los hermanos Castro e insistió en las líneas políticas imperantes en la isla desde el triunfo en 1959 de la Revolución contra Fulgencio Batista.

A continuación analizamos algunas de las frases más destacadas del discurso que ofreció Díaz-Canel este jueves.

  1. «El mandato dado por el pueblo a esta legislatura es el de dar continuidad a la Revolución Cubana en un momento histórico crucial»

«Continuidad» es quizá la palabra que más veces ha pronunciado públicamente Díaz-Canel en los últimos meses. El mandatario quiere así enfatizar que, pese a las expectativas de los sectores partidarios de la apertura política dentro y fuera de la isla, su gobierno mantendrá el compromiso con el sistema basado en la economía planificada y en un único partido político, el Partido Comunista de Cuba (PCC).

Díaz-Canel ha forjado su trayectoria tutelado e impulsado por Raúl Castro, quien ha dicho que el camino del primero hacia la presidencia fue metódicamente planeado por el grupo rector del Buró Político del PCC.

Además, el nuevo presidente de Cuba ha subrayado su apego a la llamada «Generación histórica».

A ella pertenecen veteranos dirigentes como Ramiro Valdés, José Ramón Machado Ventura o el propio Raúl, que participaron en el alzamiento en armas contra el gobierno de Fulgencio Batista en 1958.

El «momento histórico» al que alude el nuevo presidente quizá sea el que viene marcado por el inexorable paso a un segundo plano de estos mandos, ancianos ya, y la necesidad de que una nueva generación que no vivió la Revolución tome el control de las instituciones del país.

Lo que toca ahora es construir el socialismo posterior sin los Castro. Ese es el nada fácil desafío que se ha planteado Díaz-Canel y tendrá que llevarlo a cabo en un contexto de incertidumbre sobre el futuro del país y del mundo en general.

  1. «Raúl Castro Ruz, como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba, encabezará las decisiones de mayor trascendencia para el presente y el futuro de la nación»

Aunque muchos esperaban que Díaz-Canel dedicara la mayor parte de su intervención a explicar las medidas que espera impulsar de cara al futuro, hubo poco de eso.

Sin embargo, se explayó en un prolijo homenaje a la figura de su predecesor en el cargo, Raúl Castro, cuya biográfica política detalló y elogió en los términos habituales en los mensajes oficiales.

Castro sigue siendo el más alto cargo del PCC, que en Cuba es el principal órgano político y al que la Constitución consagra como «la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado».

Aunque Díaz-Canel es desde hoy el nuevo jefe de Estado y de gobierno, en el sistema cubano las grandes decisiones estratégicas y las líneas políticas a seguir se adoptan en el seno del partido, por lo que algunos cuestionan que sea él el verdadero líder del país.

Él mismo parece haber renunciado a esa categoría con su discurso de hoy y sus numerosas referencias al liderazgo del menor de los Castro.

  1. «Tendremos que ejercer una dirección y conducción cada vez más colectivas»

Aunque Raúl Castro se mantiene «al frente de la vanguardia política», Díaz-Canel y el resto de la dirigencia cubana no pueden ignorar que el ya expresidente tiene 86 años y que, tarde o temprano, el relevo que ahora se ha producido en la presidencia de los Consejos de Estado y de Ministros deberá llegar a las otras altas instituciones.

Consciente de que su figura no atesora el prestigio entre la militancia y los cuadros socialistas que durante décadas disfrutaron los hermanos Castro, Díaz-Canel apela al espíritu de cooperación de sus compañeros de filas y a la solidaridad colectiva para evitar que se produzcan fisuras que puedan desembocar en el derrumbe del edificio de la Revolución cuando falten sus padres fundadores.

En la nueva etapa que se vislumbra, deberán reorganizarse el reparto del poder y las responsabilidades, y no está claro que el ya presidente pueda dar por seguras las adhesiones inquebrantables con las que siempre contaron los hermanos Castro.

Fuente: El Nacional

Compartir:
Compartir
Publicado por
Aletia Molina