Un grupo de manifestantes enfurecidos, que protestaba por los constantes apagones de luz, ha quemado la estatua de Hugo Chávez, en Sabaneta, el pueblo natal del finado líder y presidente venezolano, ubicado en estado Barinas, en la región de los llanos y de vocación ganadera. Casi inmediatamente, de acuerdo a lo que informa el diputado Freddy Superlano, el Servicio Bolivariano de Inteligencia, SEBIN, la policía política del régimen, se ha llevado detenidos a los activistas Manuel Artiles, Asciel Jimenez y Cristofer López, además del directivo de la emisora Planeta y exalcalde de la localidad, Gilberto Téllez, presumiblemente por instigar los desórdenes.
Barinas, como otras zonas occidentales del país como Táchira, Mérida, Trujillo y Zulia, están siendo sometidas a un severo régimen de racionamiento eléctrico, que en algunos casos llega a las siete horas, lo que ha desatado la ira popular. En algunas regiones de Mérida y Táchira se han producido cortes de calles, quemas de cauchos y prolongados enfrentamientos con la policía. En algunos casos, los cortes de luz van acompañados de racionamiento de agua o insuficiencias en el servicio de gas. En muchos pueblos pequeños se han registrado motines focalizados. Luis Motta Domínguez, Ministro de Energía Eléctrica, argumenta que ha llovido poco en aquellos parajes y que tal circunstancia ha afectado el nivel de agua en los embalses que alimentan la generación de electricidad.
El deterioro de los servicios y el agravamiento de la situación general en Venezuela ha ocasionado que se hayan vuelto relativamente frecuentes las quemas, pintas y profanaciones de las estatuas de Hugo Chávez que han sido inauguradas por Maduro a lo largo de estos cuatro años.
En abril y mayo de 2017, con la crisis política en plena turbulencia, revoltosos apedrearon, quemaron e intentaron derribar estatuas de Chávez en Mariara, estado Carabobo y en la Villa del Rosario, estado Zulia, cuyo ejemplar quedó completamente despedazado. En marzo de ese año también hubo incidentes similares en Barquisimeto, estado Lara y en los estados Anzoátegui, Yaracuy y Táchira. Para prevenir que aumenten estos episodios, el Gobierno de Venezuela tiene algunas estatuas de Chávez bajo resguardo y con vigilancia.
Hace años, en su momento como hombre público, Hugo Chávez era dueño de un incuestionable capital político con índices de popularidad y aceptación que oscilaban en torno al 50 o 60%, en un marco de descarnada polarización. La identificación política de los chavistas ha descendido cerca de 23%. Maduro tiene índices de rechazo de al menos 75% según los sondeos de opinión pública.
Fuente: El País