Hace casi dos años, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, fue llamado «paranoico» por los internautas, por tapar la cámara y el micrófono de su ordenador portátil con trozos de cinta adhesiva. No es la única persona famosa que lo hace para protegerse de los potenciales ataques de ‘hackers’. En particular, en enero del año pasado, en la Red apareció una foto del máximo prelado de la Iglesia católica, el papa Francisco, con una tableta que tenía su cámara frontal tapada.
Una medida preventiva «básica»
Algunos expertos dicen que esta medida es una de las cosas más inteligentes que los usuarios pueden hacer para resguardar su privacidad. Este método de protegerse de la vigilancia fue recomendado también por el exempleado de la inteligencia estadounidense Edward Snowden.
«Es muy sencillo. Si está usando, por ejemplo, el parche, no va a dañar su ordenador. Si necesita utilizar la cámara, simplemente retire la cinta», dijo el extécnico de la CIA. Oliver Stone, director de la película ‘Snowden’, admitió que, «por supuesto», también lo hace.
Es más: James Comey, exdirector del FBI, admitió que también tapa su cámara web con cinta adhesiva. Aunque es consciente de que «hay quienes se burlan» de él por eso, afirmó que lo considera una medida preventiva «básica», como cerrar la puerta de la casa o del coche.
De hecho, aseguró que en cualquier oficina gubernamental «todos tienen algún tipo de bloqueo en las cámaras de sus ordenadores», y eso es lo que deberían hacer todas las personas para evitar que alguien las observe sin su autorización.
Mujeres, entre los usuarios más vulnerables
El uso de la cinta, evidentemente, no protege el dispositivo contra un ‘hackeo’, pero al menos no le permite al intruso vigilar al usuario. Algunos ‘hackers’ aprovechan la vulnerabilidad cibernética para espiar a mujeres. Uno de los casos más conocidos fue el arresto en 2011 del estadounidense Luis Miangos, bajo la acusación de piratería de sistemas informáticos, extorsión y uso de datos personales y videos íntimos de sus víctimas. El hombre espió a cientos de adolescentes infectando sus computadoras con ‘malware’.
Violar la privacidad es más fácil de lo que parece: un espía cibernético solo tiene que lograr que el usuario haga clic en un enlace a un sitio web, imagen o video, en el que se oculta el ‘software’ malicioso. En el mayor grupo de riesgo están los internautas aficionados a la pornografía. No obstante, también se han registrado casos de intrusión en los dispositivos de los amantes de las series.
Cámaras web, a la venta
En algunos casos tenemos evidencia de que son espiados a través de sus cámaras web
John Scott-Railton, investigador de la Universidad de Toronto, dijo que el pirateo cibernético es más común de lo que pensamos. Según sus palabras, a veces los piratas informáticos venden el acceso a las computadoras pirateadas. Por ejemplo, el ‘malware’ es utilizado para piratear las webcams de mujeres, disidentes políticos, activistas y periodistas.
«Estas son personas que son atacadas regularmente por diferentes grupos de piratería debido a su trabajo, y en algunos casos tenemos evidencia de que son espiados a través de sus cámaras web», dijo, citado por medios canadienses.
Además, en Internet existe un mercado próspero de videos y fotos obtenidos con este método ilegal. En YouTube hay varios canales en los que se publican grabaciones de cámaras de vigilancia pirateadas. En 2017 se informó de un pirata informático que vendía acceso a cámaras IP que permitían espiar a pacientes en hospitales, clientes de prostitutas, huéspedes de hoteles y miles de personas desprevenidas. Según los expertos, las cámaras web instaladas en lugares públicos son extremadamente vulnerables a la piratería.
Fuente RT