Emilio Fernández fue uno de los realizadores más celebrados en la edad dorada del cine mexicano. La imagen eterna y elemental que El Indio mostró de su país en el celuloide llega ahora al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York en un ciclo integrado por 13 largometrajes que dirigió, escribió y protagonizó con un equipo de creativos que incluían al cinefotógrafo Gabriel Figueroa, al guionista Mauricio Magdaleno o estrellas como Dolores del Río, Pedro Armendáriz, María Felix, Arturo de Córdova y Ninón Sevilla.
El ciclo, titulado El Indio: Las películas de Emilio Fernández, se desarrolla en la institución neoyorquina entre el 1 y el 13 de marzo. Los responsables del MoMA consideran que el cineasta creó “una auténtica voz latina” con su trabajo que “continúa hechizando y cautivando”. Citan, por ejemplo, cintas como María Candelaria, La Perla o Río Escondido. “Ahora vuelven a recobrar fuerza gracias a la magnífica restauración realizada por los archivos mexicanos”, explican.
La proyección está organizada por Dave Kehr, comisario del departamento de cinematografía del MoMA y cuenta con el apoyo del Festival de Cine de Morelia, la Cineteca Nacional de México, la Filmoteca de la UNAM y la Fundación Televisa. Como señalan desde la institución cultural neoyorquina, la obra de Emilio Fernández se vio influenciada a la vez por la narrativa de Hollywood y por las técnicas de montaje soviéticas. Pero su estilo era único.
El Indio era hijo de una india de la tribu kikapú y de un general revolucionario. Vivió en Chicago y en Los Ángeles. Falleció en agosto de 1986, en Ciudad de México. Junto a los largometrajes antes citados, completan el ciclo Janitzio, dirigida por Carlos Navarro, Flor Silvestre, Enamorada, The Fugitive, dirigida por John Ford, Salón México, Maclovia, Pueblerina, Víctimas del Pecado, El Rincón de las Vírgenes, dirigida por Alberto Isaac, y Bring, dirigida por Peckinpah.
Es la tercera vez que el MoMA acoge un ciclo de cine clásico mexicano en colaboración con el Festival Internacional de Cine de Morelia. El año pasado se celebró uno dedicado a Julio Bracho y anteriormente incluyó en su programa uno de cine negro. Pero estos dos se hizo con siete películas y las proyecciones duraron una semana. El objetivo de los organizadores es difundir el acervo del cine mexicano y la cultura del país.
Fuente: El País