Pedro Silva Segura se declaró culpable de participar en una operación de contrabando de inmigrantes indocumentados, que causó la muerte de 10 de ellos por asfixia y golpe de calor al ser transportados hacinados en la caja de un tráiler en julio pasado.
La Oficina del Procurador Federal para el Oeste de Texas informó que Silva se declaró culpable ayer jueves ante un juez federal en San Antonio de un cargo de conspiración para transportar a extranjeros indocumentados que resultó en la muerte, por lo que podría enfrentar una sentencia a cadena perpetua.
Silva, un inmigrante indocumentado residente en Laredo, Texas, de 47 años, admitió haber operado una casa clandestina, que era utilizada como área para indocumentados que esperan ser trasladados a destinos finales en territorio estadunidense.
El mexicano declaró que unos cinco indocumentados salieron de la casa clandestina la noche del 22 de julio 2017, y fueron colocados para su transportación en el interior de la caja del camión, donde murieron los 10 inmigrantes.
Se trata del segundo hombre en declararse culpable del operativo, ya que el chofer del camión, James Matthew Bradley Jr., de 61 años, también se declaró culpable en octubre pasado al aceptar su responsabilidad en el incidente y será sentenciado el próximo 26 de marzo.
De acuerdo con documentos presentados ante la Corte Federal, agentes del Departamento de Policía de San Antonio respondieron a una llamada para acudir al estacionamiento de una tienda Walmart en el suroeste de San Antonio, poco después de la medianoche del 23 de julio de 2017.
Un agente localizó un remolque detrás de la tienda, encontrando un número de personas de pie y acostadas en la parte trasera del remolque, y el conductor, Bradley, en la cabina.
En el lugar, los agentes descubrieron a 39 inmigrantes indocumentados.
Según los registros judiciales, los inmigrantes estimaron que el remolque contenía entre 70 y 180 personas durante el transporte.
También informaron que se les cobraron diferentes tarifas para ser transportados; las autoridades recuperaron una pistola calibre .38 dentro de la cabina del tráiler.
De los 39 indocumentados descubiertos en el lugar, 10 murieron, ocho dentro del tráiler y dos poco después en hospitales de San Antonio. Cuatro de los inmigrantes sobrevivientes eran adolescentes de entre 14 y 17 años.
Autoridades consulares mexicanas identificaron a 34 de los 39 inmigrantes localizados en el remolque como mexicanos, incluyendo a ocho de las 10 víctimas fatales.
Fuente: Excélsior