Más de dos mil millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable, más del doble tampoco tiene servicios de saneamiento, por lo que el mundo debe resolver los desafíos del agua en el siglo XXI, recordó Naciones Unidas.
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua, ONU Medio Ambiente bajo el lema “La Naturaleza al servicio del agua”, el organismo destacó que se impulsan soluciones basadas en la regulación y mejora de la seguridad del ciclo del agua y el mantenimiento de agua dulce.
La prioridad del agua está en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, que precisa garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento, e incluye una meta para reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje.
La previsión es que la demanda de agua aumente en casi un tercio en 2050, mientras que los ecosistemas de agua dulce se degradan “a un ritmo alarmante: un 64 por ciento del área de humedales naturales en todo el mundo se ha perdido debido a actividad humana en el último siglo”.
Recalcó que además la contaminación del agua ha empeorado en casi todos los ríos de África, Asia y América Latina desde la década de los noventa.
“Tenemos que lidiar con la paradoja del agua. El agua es la esencia de la vida, pero no la guardamos lo suficiente. Es hora de cambiar mentalidades, no se trata de desarrollo versus medio ambiente”, dijo el director de ONU Medio Ambiente, Erik Solheim.
El Informe 2018 de Naciones Unidas sobre Desarrollo Mundial del Agua describe una serie de soluciones basadas en la naturaleza para la gestión del agua, que es en lo que se trabaja actualmente esta semana en el Foro Mundial del Agua, en Brasil.
El documento incluye medidas personales que pueden aplicarse en el hogar hasta ejemplos de infraestructura verde para paisajes rurales y urbanos, como plantar nuevos bosques, restaurar humedales y construir muros verdes y jardines en el techo.
El informe aclara que a pesar del avance en la aplicación de la infraestructura ecológica, se debe progresar mucho más en el “equilibrio más apropiado, rentable y sostenible entre la infraestructura gris y las soluciones basadas en la naturaleza”.
En un texto para este informe, la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, explicó que “la demanda de agua aumentará en todos los sectores, por lo que el desafío es satisfacer esta demanda de una manera que no exacerbe los impactos negativos en los ecosistemas”.
De acuerdo con datos de ONU-Agua, más del 80 por ciento de las aguas residuales generadas en el mundo vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada.
Asimismo, unos mil 800 millones de personas usan una fuente de agua contaminada por material fecal, lo que las pone en riesgo de contraer el cólera, la disentería, la tifoidea, entre otras, mientras que por falta de agua potable y saneamiento mueren al año unas 842 mil personas al año.
Ante ello, el mecanismo de Naciones Unidas sugiere el tratamiento del agua como una forma segura, sostenible y asequible, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables.
Fuente: Crónica