Quienes se asolean en la adolescencia y al inicio de la segunda década, tendrán hacia la tercera o cuarta década (los 30 y 40 años) daños generados en las capas profundas de la piel por la degeneración celular, denominado fotoenvejecimiento.
Éste es un proceso que se inicia desde temprana edad, y no es exclusivo de las personas mayores.
Se acerca el primer periodo vacacional del año y si tienes planeado ir a la playa, visitar algún sitio turístico o simplemente disfrutar de unos días de relajación en la ciudad, hay un detalle que no debes olvidar y es el cuidado de la piel. El mayor enemigo, mismo que afecta más el proceso de envejecimiento, acelerándolo en forma muy notoria es la exposición al sol.
Además, entre los meses de marzo y octubre, la radiación ultravioleta en México es extrema por lo que la piel en general y en particular la de la cara, el cuello y las manos están expuestos a deteriorarse más que el resto de la piel corporal.
Los daños de la exposición continua a los rayos ultravioleta, no son inmediatos y quienes se asolean en la adolescencia y al inicio de la segunda década, tendrán hacia la tercera o cuarta década (los 30 y 40 años) daños generados en las capas profundas de la piel por la degeneración celular, denominado fotoenvejecimiento. Por lo tanto, este es un proceso que se inicia desde temprana edad, y no es exclusivo de las personas mayores.
Es por esto que, en esta temporada vacacional y debido a la exposición solar a la que nos enfrentamos, es importante que prepares tu piel para protegerla del sol y los diferentes factores externos que pueden dañarla como el agua de mar o hasta el cloro de las albercas.
La cosmiatra Miriam Becerra, especialista en dermocosmética, da algunos tips para cuidar tu piel de los agentes dañinos evitando desde el fotoenvejecimiento y las líneas de expresión prematuras, hasta manchas y problemas dermatológicos más graves:
Utiliza bloqueador solar: el uso de protector solar debe convertirse en parte de la rutina diaria, es recomendable utilizar alguno con factor de protección mayor a 25.
Evitar el sol directo, principalmente en el rostro: El uso de gorras o sombreros ayuda a evitar los rayos solares directos que pueden provocar arrugas prematuras o pecas. Si se quiere obtener un bronceado de impacto pero, sin descuidar la salud de la piel, es primordial exponerse al sol de una forma gradual para evitar quemaduras y acostumbrar a la piel a la intensidad de los rayos solares.
Hidratar la piel: Además del uso de cremas externas, hidratar la piel desde adentro es una de las formas más eficaces de evitar el fotoenvejecimiento.
En esta temporada hay productos que previenen el envejecimiento prematuro y son grandes aliados ya que también contiene vitamina E y ácido hialurónico, componentes que combaten los radicales libres que actúan sobre el deterioro del tejido cutáneo y que son los responsables de la aparición precoz de arrugas.
Fuente: Crónica