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«El Lujo de México» cumple 85 años

Publicado por
Héctor García

Jorge Muñiz asegura que su padre está fuerte, con excelente ánimo y muy bien de salud. El Lujo de México se ha convertido en un pilar de la música romántica en Latinoamérica

Mi padre no ha dejado de jalarme las orejas, he aprendido que lo que se dice se hace”, comentó Jorge Muñiz, respecto a la enseñanza de su padre Marco Antonio Muñiz, quien hoy cumple 85 años.

El artista sigue manteniendo la autoridad en la familia Muñiz y a decir de su hijo, está muy bien y con excelente ánimo.

Está a todo dar, se ve precioso, con la edad pero está bastante bien, se mueve, alega, dice y siempre guapo, formal, como siempre ha sido”, comentó a Excélsior.

En febrero de 2014, El Lujo de México, como se le conoce, comenzó su gira de despedida de lo escenarios y para cerrar con broche de oro, pretendía tener una presentación en el Palacio de Bellas Artes, sin embargo, eso no se concretó y hasta el momento ese plan queda descartado.

Se cayó, se lastimó la cadera y ya no se pudo cerrar la fecha con Bellas Artes y ya no se tocó nunca más el tema y como es muy especial en sus cosas, prefiero no adelantarme, más vale”, comentó un tanto divertido su hijo.

Marco Antonio Muñiz nació el 3 de marzo de 1933 en Guadalajara, Jalisco.

Desde pequeño supo que tenía una buena voz que ejercitó en el coro de la iglesia y en diversos grupos casuales que formó durante su adolescencia.

A los 13 años decidió irse a Ciudad Juárez, Chihuahua a probar suerte, pero, no logró nada, así que decidió regresar a su tierra y para apoyar económicamente a su familia, dejó a un lado la canción para aprender otros oficios.

Comenzó a trabajar en una joyería y también fue panadero, sin embargo, la inquietud por el arte no cesó, por lo que con 17 años viajó a la Ciudad de México. Tuvo tan buen tino que encontró trabajo como portero en la estación radiofónica XEW.

Si bien, no estaba dentro del ambiente artístico, se acercó mucho, a tal grado que gracias a su carisma, porte, su trato amable y educado se convirtió en el asistente de cantantes afamados de la época como Libertad Lamarque y Benny Moré.

En los años cincuentas una atmósfera romántica invadía el ambiente artístico, lo que inspiró a Muñiz a crear su propio trío al que llamó Los Brillantes y con este se presentó en un cabaret y casa de citas muy famoso de la época, propiedad de Graciela Olmos, a quien llamaban La bandida.

Un lugar en donde se daban cita políticos, empresarios y gente relacionada con el medio artístico. Así conoció a Juan Neri y Héctor González, quienes tocaban en el Trío Culiacán y una vez que les faltó su requinto, Marco Antonio se ofreció a acompañarlos en una presentación.

La realidad es que no tocaba la guitarra, así que, al verse descubierto no le quedó más que tocar las maracas y cantar, demostrando que tenía una dulce voz acorde con los boleros que interpretaban.

Con el tiempo se hizo parte del grupo, tuvieron varios aciertos pero también muchos obstáculos. Finalmente fueron descubiertos por Mariano Rivera Conde, entonces director de la compañía RCA Víctor, quien les sugirió que cambiarán el nombre del trío a Los tres ases, con lo que comenzó una carrera muy fructífera con ocho discos grabados.

Temas como El reloj, Tú me acostumbraste, Historia de un amor, Estoy perdido, La enramada y Regálame esta noche, entre otras, llegaron hasta Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Venezuela y Colombia, y otros países de América hasta que en 1960, Marco Antonio Muñiz dejó el trío para emprender su carrera como solista.

Su debut en solitario fue con el tema Luz y Sombra, bajo la batuta de Chucho Zarzosa y su orquesta, con quienes después realizó la grabación de canciones tan famosas como Escándalo y Por Amor.

Muñiz ya se anunciaba como cabeza en espectáculos de lugares tan emblemáticos como el Teatro Blanquita, que cada noche agotaba localidades.

Para 1965, Marco Antonio Muñiz ya era un cantante reconocido no sólo en México sino en escenarios de toda Latinoamérica, Estados Unidos y España con temas como Adelante, Compréndeme, Capullito de Alhelí y por supuesto Por amor, que nunca ha dejado fuera de su repertorio.

Puerto Rico representa para el cantante una de las naciones más queridas y es que en este país el mexicano es todo un ídolo. De hecho, el salsero de ascendencia puertorriqueña, Marc Anthony en la vida real se llama Marco Antonio Muñiz Rivera, nombre que le pusieron sus padres en honor a El Lujo de México.

Es el mismo caso en Venezuela, donde el bolero La noche de tu partida y el álbum Serenata en Venezuela (1967), bajo la dirección y arreglos de Daniel Milano Mayora, se convirtieron en un fenómeno de ventas, de hecho hizo producciones especiales para este país.

Marco Antonio Muñiz no escapó de la magia del séptimo arte y compartió el escenario con estrellas de la Época de oro del cine mexicano.

Se le recuerda en cintas como La bandida, en 1963 al lado de María Félix, Pedro Armendáriz y Emilio Indio Fernández. También participó en La sonrisa de los pobres, Me cansé de rogarle, Muchachos impacientes y Ahí madre!

En 1978, se casó con la actriz Jessica Munguía, quien dejó su carrera por su familia. Tuvieron ocho hijos, Marco Antonio, Laura Elena, Francisco, Jorge, Alberto, Antonio, Miguel Ángel y Mariana.

Sus hijos Antonio, Jorge Coque Muñiz y su nieto Axel son quienes heredaron su vena artística.

POR QUÉ LE DICEN EL LUJO DE MÉXICO

Marco Antonio Muñiz es conocido en el mundo como El Lujo de México, haciendo referencia a su elegancia sobre el escenario, su voz y estilo interpretativo.

El sobrenombre se lo han atribuido al periodista Guillermo Vázquez y a la publirrelacionista Dulce María Ruiz, pero la realidad es que fue el periodista Mario Riaño quien así lo bautizó.

Fuente: Excélsior

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Héctor García