Una delegación surcoreana se reunió el lunes con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, dijo un funcionario de Corea del Sur, después de llegar al norte en una visita destinada a alentar el diálogo.
Los enviados surcoreanos, liderados por Chung Eui-yong, el principal asesor de seguridad del presidente Moon Jae-in, se encuentran en Corea del Norte para tratar de establecer las bases para conversaciones de paz entre los dos vecinos tras el acercamiento conseguido durante los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en febrero en Corea del Sur.
El encuentro de hoy es el primero que mantiene Kim con representantes de Corea del Sur desde que asumió el poder en 2011.
La visita, la primera en más de 10 años de una delegación surcoreana de alto nivel al Norte, responde al histórico viaje que realizó en febrero a Corea del Sur Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano, con motivo de las Olimpiadas invernales, y en el que invitó a Moon Jae-in a celebrar pronto una cumbre intercoreana de líderes.
Sin embargo, Moon reaccionó con cautela. El mandatario se comprometió a actuar de forma coordinada con su aliado Estados Unidos, cuyo Gobierno ha lanzado una campaña de ‘máxima presión’ contra el Norte para obligarlo a abandonar su programa de armas nucleares.
La delegación surcoreana, formada por 10 personas, incluye a otros cuatro delegados -entre ellos el director del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS), Suh Hoon- y a cinco funcionarios de apoyo.
Los funcionarios permanecerán en Pyongyang hasta el martes.
¿Nueva era?
Los expertos consideran que la visita será clave para conocer más sobre los planes de Pyongyang y sobre las posibilidades reales de que al menos puedan celebrarse «conversaciones preparatorias» entre Washington y el régimen de los Kim.
Tras retornar mañana a Corea del Sur, tanto Chung como Suh viajarán a Estados Unidos en los próximos días para informar al presidente Donald Trump y a otros miembros de su Gobierno sobre el contenido y resultados de su visita.
Las dos Coreas no se sientan en una mesa de negociación desde que las conversaciones a seis bandas (en las que participaban las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón) sobre el programa nuclear norcoreano se estancaron a finales de la década pasada.
Desde entonces, Pyongyang y Washington se han enrocado en sus respectivas posturas, con Estados Unidos exigiendo una prueba factible de la desnuclearización norcoreana y el régimen insistiendo en que no desechará su programa de armas atómicas, el cual considera indispensable para su supervivencia.
No obstante, otra delegación norcoreana que visitó el Sur para la clausura de los Juegos de Invierno hace una semana aseguró que el Norte está ahora abierto a dialogar con Estados Unidos.
Seúl está convencido de que el actual acercamiento entre las dos Coreas, técnicamente aún en guerra, puede servir para que Washington y Pyongyang empiecen a hablar tras un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas del régimen norcoreano y su cruce de amenazas con Donald Trump.
Fuente: Excélsior