Redes sociales es un término originado en la comunicación. Son sitios de Internet formados por comunidades de individuos con intereses o actividades en común (como amistad, parentesco, trabajo) y que permiten el contacto entre estos, de manera que se puedan comunicar e intercambiar información.
En la primera parte de la década del año 2000 empezaron a aparecer muchos sitios web dedicados a brindar la posibilidad de comunicación dentro de lo que se llamó las redes sociales, que en aquella época eran conocidas como Círculos de Amigos. Fue con el auge de las redes sociales cuando Internet empezó a ser una herramienta masificada que realmente es útil pero también peligrosa.
En el año 2003 aparecieron algunos de los sitios más populares que lograron hacer crecer exponencialmente el uso del servicio, como MySpace, Friendster, Tribe y Xing, entre otras. En julio de 2006 se lanzó la versión definitiva de Twitter. Entre los años 2007 y 2008 se puso en marcha Facebook en español, extendiéndose a los países de América Latina.?
Las principales redes sociales, por su número de usuarios en todo el planeta, son: Facebook (2 mil cien millones), You Tube (mil 800 millones), Whatsapp (mil 301 millones), Instagram (mil millones), Google (343 millones), y Twitter (328 millones). Es posible elaborar estadísticas por número de usuarios, por género, por edades, por países, etc.
Este preámbulo muestra el poder de la comunicación del que ya nadie puede aislarse y que creará verdaderos caminos cibernéticos por los cuales circularán libremente todos los habitantes de la tierra en un futuro no muy lejano.
Las redes sociales se han expandido a todo lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, China, Corea del Norte, Libia, Afghanistán, Vietnam, Myanmar (Birmania), Arabia Saudita, Eritrea, Pakistán, Cuba, Siria son países que, generalmente por razones políticas o éticas, no han permitido el uso de estas redes y las bloquean, a veces permanentemente, o solo ciertas redes por cierto tiempo.
Nicaragua, hermano país centroamericano, está pensando en limitar o eliminar el uso de las redes sociales. El lunes pasado, Rosario Murillo, vicepresidenta y esposa del presidente Daniel Ortega, dijo en su cadena diaria de televisión que las redes sociales están “influenciando negativamente” a los nicaragüenses y afectando la “capacidad de convivencia” de las familias del país.
En Nicaragua cualquier manifestación en contra del presidente Ortega es rechazada violentamente. Quienes critican al sistema son silenciados y los periodistas hostigados y perseguidos.
Varias estaciones de radio comunitarias han sido silenciadas, entre ellas “Radio Voz de Mujer”, localizada en Jalapa, a 292 kilómetros de Managua, por transmitir información crítica del Gobierno, relacionada principalmente a la negligencia con la que las autoridades manejan la epidemia de feminicidios que desangra al país, considerados cada vez más “brutales” por Amnistía Internacional.
Esta emisora no solo fue cancelada, sino que se decomisaron todos sus equipos. También han sido censurados programas de debate críticos con el régimen, se han atacado redacciones y amenazado a periodistas.
Es por lo anterior que el anuncio de Murillo se ha tomado con mucha seriedad, generando una ola de indignación precisamente en los medios que ella pretende censurar: Facebook, Twitter y YouTube. Murillo manifiesta que trata de “proteger” la “concordia que hemos trabajado mucho para construir en nuestro país”.
Lo que no es comprensible en la propuesta de Murillo es que no hace alusión a los medios que la familia Ortega controla. Los hijos del presidente tienen cinco canales de televisión en los cuales se transmiten lo que llaman “noticias alternativas” del Gobierno, es decir, noticieros con información descarnada, telenovelas de baja calidad, y programas en los cuales se denigran a las mujeres y a los estratos más pobres de la población.
El año pasado la Nueva Radio Ya, también controlada por los Ortega, anunció el concurso de “La madre panza”. Otorgó un premio a una adolescente como la mamá más joven de Nicaragua. No hubo una investigación, a pesar de que leyes establecen que un embarazo en una menor de 16 años es una violación y el Estado está obligado a investigarlo.
El gobierno de Ortega desea reformar el Código de la Niñez, el Código de la Familia y el Código Penal, entre otras leyes, para prevenir la violencia y las “noticias falsas”.
Periodistas e intelectuales consideran que se pretende imponer una ley bozal en Nicaragua. La Asamblea Nacional, controlada por el Frente Sandinista, ya anunció que abrirá un “debate” para analizar las reformas.
La Asamblea de Nicaragua anunció el pasado miércoles el inicio de una consulta con diversos sectores del país para resolver si es necesario reformar o actualizar las leyes de niñez, adolescencia y familia.
«Es una consulta nacional sobre cómo lograr el fortalecimiento de los vínculos afectivos, visualizar si es necesario hacer algunas modificaciones o reformas de ley», dijo el presidente del Parlamento, Gustavo Porras, a través de medios del Gobierno.
Porras detalló que la consulta será coordinada por la Comisión de la Mujer y la Familia del Parlamento, expertos del Ministerio de la Familia, Adolescencia y Niñez y la Comisión de Justicia.
Se trata de determinar la pertinencia de «actualizar programas y políticas en materia de niñez, adolescencia y juventud, e identificar los principales desafíos, para convertirlos en acciones».
Agregó que «en esta consulta nacional estarán participando todos los sectores sociales juveniles, religiosos, jurídicos, movimientos ambientalistas, trabajadores, empresariales, entre otros.
Diferentes sectores nicaragüenses abogaron esta semana en favor de la libertad de expresión en las redes sociales, ante el debate que abrió el gobierno sobre la posible regulación de las informaciones en Internet, que a su juicio “influyen negativamente” en la opinión pública.
Es precisamente en las redes sociales donde han estallado las críticas a las pretensiones de Ortega y su esposa. Las voces más críticas de Nicaragua han alertado sobre la iniciativa. “La vicepresidenta quiere “actualizar las leyes para proteger a los niños y familias que están siendo influenciados negativamente por las redes sociales».
“Si de verdad le preocupa, entonces ¿por qué permite que Radio Ya se burle a diario de las víctimas de violaciones y violencia?”, escribió en su cuenta de Twitter el periodista Carlos Fernando Chamorro, director del programa de investigación Esta Semana y de la revista Confidencial, y quien el año pasado denunció ante organizaciones de derechos humanos espionaje del Ejército contra su equipo periodístico.
“No existe, ni tendría que existir quién decida qué es o no es “dañino” en las redes sociales. ¿Qué autoridad moral tendría la pareja presidencial o la Asamblea Nacional para “protegernos” de supuestas inmoralidades? Hasta la pretensión ofende”, escribió también en Twitter la escritora Gioconda Belli.
“Nada, absolutamente nada justifica que el gobierno ejerza un control sobre las redes sociales. Aquí las libertades de todos los ciudadanos deben ser respetadas”, afirmó a una televisora local la presidenta del opositor Partido Ciudadanos por la Libertad, Kitty Monterrey.
“Creo que eso afectaría la libertad de expresión definitivamente. Nosotros estamos en contra de una regulación de lo que es la parte de las redes sociales”, dijo también el presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua, Michael Healy.