El gobernador de Florida, Rick Scott, dio la firma final a una ley que busca controlar el uso de armas en ese estado de Estados Unidos 23 días después de la masacre en una secundaria que dejó 17 muertos.
La Ley de Seguridad Pública de la Escuela Secundaria Marojory Stoneman Douglas, como fue denominada la iniciativa, incluye medidas para reforzar los controles para acceder a las armas y también permite dotar de armas a los maestros.
Tras consultar con los familiares de las víctimas, el republicano anunció que suscribió el proyecto aprobado esta semana por ambas cámaras que, entre otras disposiciones, eleva de 18 a 21 años la edad mínima para comprar armas en el estado.
El republicano señaló que la nueva ley equilibra los derechos individuales con la necesidad de seguridad pública y representa un «ejemplo para todo el país» de que el gobierno puede y se ha movido rápido.
La ley es considerada como un desafío de los legisladores y del gobernador a la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA), alineada tradicionalmente con los republicanos.
La nueva norma impone un período de espera de tres días para la mayoría de las compras de armas de largo alcance.
El texto, sin embargo, no incluye la prohibición de venta de fusiles de asalto reclamada por numerosos alumnos y padres de las víctimas, como también de congresistas demócratas de Florida.
Por otro lado, la ley destina una partida de 400 millones de dólares a las medidas dirigidas a incrementar la seguridad en las escuelas, y autoriza a ciertos empleados de las escuelas a llevar pistola en el centro escolar, aunque con ciertas restricciones.
La aprobación del proyecto, el primero de control de armas que llega a un gobernador de Florida en los últimos 22 años, ocurre tres semanas después del tiroteo que el ex alumno Nikolas Cruz desató en la secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (sur de Florida) el 14 de febrero.
El Congreso de Florida, de mayoría republicana, aprobó la medida tras haber escuchado a los sobrevivientes del tiroteo en el instituto, así como a las familias de las víctimas.
Estudiantes que sobrevivieron a la matanza de la escuela crearon el movimiento #NeverAgain (Nunca más) y reclamaron el pasado 21 de febrero en el Capitolio de Florida nuevas leyes de control a la venta de armas.
Cruz, que compró legalmente el fusil semiautomático con el que disparó en la escuela, fue acusado este miércoles por un Gran Jurado de 17 cargos de asesinato en primer grado y de otros 17 de intento de asesinato.
De ser hallado culpable, el joven podría ser condenado a la pena capital.
Fuente: Milenio