Este método contrasta con los incidentes anteriores, que se produjeron tras la apertura o manipulación de paquetes bomba dejados frente a sus viviendas.
Dos jóvenes resultaron heridos de gravedad debido al estallido de este domingo, y los responsables de seguridad «están valorando la posibilidad» de que este nuevo artefacto fuera detonado a distancia, justo cuando las víctimas pasaban a su lado montados en bicicleta, dijo hoy el jefe de Policía de Austin, Brian Manley.
Esto cambia las cosas, nuestro mensaje de seguridad en este punto era decirle a la comunidad que no manejara paquetes sospechosos o no los recogiera, ahora necesitamos tener un nivel extra de vigilancia y cualquier cosa que parezca fuera de lugar, no se acerquen a él», dijo el jefe de Policía de Austin.
El Departamento de Policía informó de que tras la nueva explosión, los servicios sanitarios trasladaron de urgencia a un hospital a dos jóvenes varones, que no han sido identificados.
Pese a la gravedad de sus heridas, por el momento el estado de ambos no parece poner en peligro sus vidas, según confirmó Manley en rueda de prensa en el lugar de los hechos.
El agente también explicó que el equipo especial de explosivos de la policía investiga el descubrimiento de otra «mochila sospechosa» localizada en la zona, aunque aseguró que la situación está bajo control.
Este nuevo incidente aumenta la preocupación de la comunidad, puesto que es la cuarta explosión en menos de un mes que tiene lugar en la capital texana.
En las anteriores, dos hombres afroamericanos perdieron la vida y dos mujeres, una de ellas de origen hispano, debieron de ser hospitalizadas con pronóstico reservado debido a las lesiones sufridas por la explosión de paquetes bomba.
El suceso se produjo también justo el día en el que las autoridades ascendieron a 115 mil dólares la recompensa para toda aquella persona que proporcione información útil para resolver esta serie de casos.
Las autoridades trabajan con la hipótesis de que la autoría de las anteriores explosiones podría corresponder a la misma persona, aunque han reconocido de momento no tienen «ningún sospechoso».
El nerviosismo por estos hechos también alcanzó este fin de semana al festival cultural South by South West (SXSW), que se celebró estos días en Austin, cuando una amenaza de bomba obligó a cancelar varios eventos en la noche de este sábado en una de las salas de conciertos de la ciudad.
En este caso, la policía local consiguió detener al sospechoso, un joven de 26 años que fue puesto a disposición judicial horas más tarde acusado de un delito grave por amenaza terrorista.
Las autoridades policiales mantienen su recomendación a todas las personas de que no abran ni manipulen correspondencia que no esperen o de la que desconozcan su destinatario.
Fuente: Excélsior