Una investigación en colaboración entre agentes de investigación de Canadá y Australia, llevó a que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) detuviera a Vicente Ramos, fundador de la compañía Phantom Security Communications, también conocida como Phantom Secure, por vender teléfonos encriptados al cártel de Sinaloa.
El arresto fue el 8 de marzo pasado, en el estado de Washington, Estados Unidos. Lo imputan por operar por medio de su empresa una red de comunicaciones telefónicas seguras a cárteles de la droga.
En la denuncia presentada ante un juzgado federal, el FBI revela que las redes de Phantom Secure estaban diseñadas específicamente para evitar que las autoridades interceptaran y monitorearan las comunicaciones de los grupos delictivos y que la empresa ofreció el servicio para ayudar a los grupos del crimen transnacionales.
De acuerdo con la información publicada en el sitio insightcrime.org, Phantom Secure, vendía teléfonos Blackberry que no contaban con cámaras, micrófonos y mensajería estándar por texto e internet. En tanto, los aparatos traían precargadas plataformas de correo electrónico encriptado.
La empresa utilizaba servidores registrados en Panamá y Hong Kong, según con la idea de que sería menos probable que se vigilara las comunicaciones o autoridades colaborarán con autoridades extranjeras y desvelar la red.
Se reveló que Phantom utilizaba otras técnicas para ocultar las huellas digitales de sus clientes.
Los costos de los teléfonos iban de entre los 2 mil y 3 mil dólares estadounidenses cada aparato, por un período de seis meses.
Además, que la mayoría de los clientes de Phantom también usaban direcciones de correo electrónico encriptadas asociadas a la narcocultura, como “The.cartel@freedomsecure.me” y “Elchapo66@lockedpgp.com”.
Fuente: 24 Horas