Un año después del histórico fiasco a la hora de desvelar el ganador del Oscar a la Mejor Película, Warren Beatty y Faye Dunaway volverán a presentar esa categoría en la ceremonia de este domingo, informa este viernes el portal TMZ, especializado en noticias sobre famosos. El año pasado, la pareja protagonista de Bonnie and Clyde protagonizó el momento más delirante de la historia de los premios de la Academia de Hollywood al anunciar por error que el premio era para La La Land cuando la ganadora fue Moonlight. El caso se llamó Oscargate.
Según fuentes de la publicación, Beatty y Dunaway han acudido a los ensayos en el Teatro Dolby y están preparando el gran momento de la gala. Los testimonios aseguran que ambos han ensayado sus frases en un par de ocasiones.
Según la publicación, «presentar es mucho mejor la segunda vez» es la frase de la célebre actriz. Beatty, por su parte, dice que «la ganadora es ‘Lo que el viento se llevó'», prosiguiendo con el tono cómico que parecen adoptar los productores de la ceremonia con este guiño a lo ocurrido un año atrás. Los guionistas del equipo de Jimmy Kimmel, que presentará de nuevo la gala este año, todavía estarían trabajando en los gags de la pareja y de aquí al domingo pueden cambiarlos.
En la gala del año pasado, el veterano actor, director y productor abrió el sobre donde debía figurar el nombre del vencedor e hizo un gesto de extrañeza. A la pareja se le había hecho entrega del sobre equivocado. En la tarjeta se leía “Emma Stone La La Land” como final a la frase “Y el Oscar a la mejor película es para…”. Tras segundos de duda, y de búsqueda de un segundo tarjetón dentro del envoltorio rojo, Beatty decidió pasarle el problema a su compañera de reparto en Bonnie and Clyde, Faye Dunaway, que tiró por la tangente y soltó un La La Land. El premio a Emma Stone fue el entregado justo antes. La ganadora en la categoría de mejor película fue realmente Moonlight, algo que se supo tras algunos instantes de confusión.
Fue el productor de la cinta, Jordan Horowitz, quien detuvo el festejo para dar la noticia de la gala: “¡No, es para Moonlight! ¡No es una broma!”. Así fue como se despidió la 89ª edición de los Oscar, entre la incredulidad y la sorpresa no sólo porque el musical de Damien Chazelle no cumpliera su esperada victoria sino porque los encargados de leer el último premio se equivocaron en su anuncio. “¡Pero qué has hecho!”, le dijo en tono de broma Jimmy Kimmel a un tembloroso Beatty. Mientras, Barry Jenkins, director de Moonlight, decía a todo el auditorio puesto en pie eso de “ni en mis sueños esto puede ser cierto”, sin que quedara claro si se refería a su victoria o al equívoco.
Este año, no habrá confusión. O al menos eso ha prometido la firma que históricamente se ha hecho cargo de los sobres con los nombres de los ganadores, PricewaterhouseCoopers. Con el fin de asegurar que no haya otro grave error que les cueste la relación laboral con la Academia de Hollywood, la consultora ha decidido revisar los procedimientos, prohibir los móviles, enviar a tres representantes —en lugar de dos como hasta ahora y entre ellos no estarán los dos del año pasado— y participar en los ensayos.
Fuente: El País