Al menos siete civiles murieron hoy en un atentado con un coche bomba en la puerta principal de la sede del Ministerio de Interior de Somalia en Mogadiscio, confirmaron a Efe fuentes del departamento de Seguridad.
El portavoz de ese departamento, Abdulasiss Ahmed Xildhibaan, dijo que, según fuentes de los servicios de seguridad, tres coches cargados de explosivos se dirigieron hoy a la capital somalí para atentar contra edificios gubernamentales.
Uno de ellos es el que explotó frente al Ministerio de Interior (situado muy cerca del Parlamento) y otro fue interceptado en las afueras de Mogadiscio y su conductor lo hizo detonar, mientras que el tercero es buscado por las autoridades.
Xildhibaan pidió a los ciudadanos que informen a los servicios de inteligencia de cualquier vehículo sospechoso o de movimientos de personas que parezcan vinculadas a la organización yihadista Al Shabab.
En los últimos días, Al Shabab ha incrementado sus ataques, después de que el Gobierno postergase sus acciones contra los terroristas.
Estos retrasos en las operaciones antiterroristas han provocado una caída del apoyo de los civiles y de los soldados a las medidas de seguridad propuestas por el Ejecutivo.
El anterior ataque del grupo yihadista en Mogadiscio tuvo lugar el pasado jueves, cuando un coche bomba estalló cerca del popular hotel Wehliye, frecuentado por políticos y funcionarios somalís, y causó al menos dieciocho muertos y trece heridos.
Somalia, blanco de atentados frecuentes de Al Shabab, sufrió el pasado octubre el peor de su historia: un ataque con camiones bomba que dejó 512 muertos en Mogadiscio.
De acuerdo con analistas locales, los problemas internos del Gobierno y su distanciamiento con la cúpula del Ejército han permitido a los yihadistas recuperar su capacidad de atentar a gran escala.
La organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar en Somalia un Estado islámico de corte wahabí.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.
Fuente: 24 Horas