Spotify, YouTube, Apple Music y Deezer son algunas de las plataformas que más usan los mexicanos para escuchar música, una práctica que ha crecido de forma acelerada en el país y cuyo negocio por streaming se multiplicó en poco más de 10 veces tras alcanzar un valor de 93 millones de dólares en 2017, según datos de empresas consultoras de mercados.
Este fenómeno contrasta con la venta de discos de formato físico tradicional. Según la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas (Amprofon), mientras que en 2012 este segmento de la industria musical reportó ingresos por 58.6 millones de dólares, cuatro años después sumaron 32.2 millones de dólares, lo que da cuenta de una caída de 45.1 por ciento.
De acuerdo con los analistas, la penetración digital, la mayor adopción de smartphones y la manera en la que las personas se conectan a través de las redes sociales son algunos de los principales elementos que han provocado la acerada tendencia de crecimiento en la industria musical digital.
Dentro del universo de la música digital, que la consultora Statista calcula que alcanzará un valor de 140.1 millones de dólares este año; el streaming, es decir, el contenido de audio digital que llega a los usuarios a través de internet, es el que tiene la mayor contribución con un 74.3 por ciento.
“América Latina está creciendo más rápido que el resto del mundo, lo cual es genial, a partir de dos fenómenos culturales. Por un lado, debido a la manera en que la gente se conecta a través de las redes sociales; y por otro, la música, un elemento que en países como México, Argentina y Brasil representa un importante tejido de la cultura latinoamericana”, señaló Emmanuel Zunz, CEO y fundador de la plataforma ONErpm (Revolution People Music).
Actualmente, muchos talentos de la escena musical en México tienen disponibles en el mercado sencillos o álbumes en formato digital, principalmente por una estrategia de venta, comentó Dalia Cerezo, digital production planning en Sony Music México.
Para algunos expertos, la participación del consumo de la música por streaming dentro de la industria en general revela la fuerza que ha ganado por encima de la división de las descargas, que entre 2012 y 2016 (último dato disponible de la Amprofon) redujo sus ingresos en un 44 por ciento a 14.1 millones de dólares.
“Hay un auge en las plataformas streaming donde los usuarios no guardan la canción en los equipos sino la consumen a través de una plataforma por un pago mensual. Hay artistas que están generando productos sólo digitales en México, uno de los países que más música consumen, y eso es reflejo del auge que ha tenido”, comentó Zunz.
En México, el 75 por ciento de los usuarios de internet hace uso de los servicios legales de streaming de audio, por encima de países como Suecia, Brasil, Corea del Sur, España y Estados Unidos, de acuerdo con el Informe sobre los Hábitos de la Música 2017 de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI).
El mismo reporte revela que el 91 por ciento de los mexicanos usuarios de streaming de audio que pagan por una suscripción escuchan música en el teléfono móvil, en tanto que el 97 por ciento que se conecta a YouTube lo usa para consumir música.
Nostalgia ‘revive’ los acetatos
Según la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas, los discos compactos y de vinilos o acetatos siguen vigentes debido a que se conjuga la nostalgia con la intención de los melómanos por conservar la música en un formato físico.
De acuerdo con la Amprofon, esos discos han revivido desde hace al menos dos años, lo que ha compensado parcialmente la contracción de su fabricación.
Actualmente hay tiendas como MixUp o Sanborns en donde además de los discos de vinil se venden los equipos con que se pueden reproducir esos formatos. Pero no son los únicos.
En la Ciudad de México, han surgido nuevos negocios dedicados a la venta de este tipo de discos, ya sea de géneros musicales múltiples o especializados. Se trata de la Música en Vinyl, Retroactivo Records o la Tienda del Disco Vinyl.
Además, hay otras tiendas especializadas como Ichigo Store, que comercializa discos de músicos asiáticos; o Mono, que se especializa en la de bandas independientes o el Club del Rock & Roll, ubicado en el Centro Histórico de la capital de la República Mexicana.
Fuente: El Financiero