Los atletas canadienses ya se están subiendo al avión rumbo a casa. Los Juegos Olímpicos de Invierno terminaron este domingo y para la delegación del país el balance es más que positivo.
Muchos pensarán en las medallas que no fueron. La derrota en la final de hockey femenino, la derrota en semifinales del hockey masculino, o las dos medallas en curling que todos predecían que irían a Canadá.
Canadá vuelve a casa en el tercer lugar del medallero, sólo detrás de Noruega –que tuvo un desempeño record- y Alemania. El país logró 29 medallas, 11 de oro, 8 de plata y 10 de bronce, con lo que superan la cifra de 26 medallas que lograron en Vancouver 2010.
Eso sí, hay que remarcar que en PyeongChang hubo 16 eventos más que entregaron medallas en comparación a los juegos de hace ocho años.
“Nuestros atletas marcaron la historia en estos Juegos”, señaló Tricia Smith, presidenta del Comité Olímpico Canadiense, según reporta la agencia Canadian Press. “Para ser un país que sigue a las potencias de los deportes de invierno, estamos orgullosamente en el grupo líder y luchamos por el primer lugar”.
Las olimpiadas en Corea del Sur demostraron el dominio del programa canadiense en ciertas disciplinas, el cual se mantiene y sigue evolucionando.
Por ejemplo, en esquí acrobático los favoritos canadienses, liderados por Mikael Kingsbury, respondieron a la presión.
En el patinaje de velocidad en pista corta, los favoritos quedaron fuera, pero la nueva generación –con Kim Boutin y Samuel Girard como punta de lanza- demostró que la selección canadiense va más allá de los nombres.
El patinaje artístico fue otra de las notas destacadas de PyeongChang 2018. Tessa Virtue y Scott Moir acapararon la atención, pero en general el equipo canadiense respondió. Meagan Duhamel y Eric Radford –medalla de bronce- y Kaetlyn Osmond –también bronce- demostraron la profundidad que tiene esa escuela que ha formado tantos buenos patinadores.
Hubo las notas negativas también. Jocelyne Larocque, jugadora de la selección femenina de hockey, generó críticas por no querer ponerse la medalla de plata, frustrada por la derrota.
Finalmente pidió disculpas y asumió la responsabilidad.
Por otro lado, el esquiador de cross, Dave Duncan, fue detenido por la policía junto a su esposa y un directivo, involucrados en un robo de auto y conducir bajo los efectos del alcohol. El asunto se resolvió de manera interna y los canadienses fueron dejados en libertad.
Lo bueno, lo malo, las sorpresas y las decepciones. Al poner todas las piezas sobre la mesa, tanto directivos como fanáticos, pueden decir que los Juegos Olímpicos de Invierno fueron un éxito para Canadá.
Fuente: http://nmnoticias.ca
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