POR LA ESPIRAL
Claudia Luna Palencia
@claudialunapale
Física que no alquimia: todo lo que sube tiene que bajar pura Ley de Gravedad aplicada al mercado de valores aunque esta vez, para ser sinceros, nos tomó a todos por sorpresa.
El New York Stock Exchange (NYSE) recibió un castigo inesperado, la mayor caída en puntos en toda la historia del indicador bursátil, el Dow Jones se dejó en la piel la friolera de 1 mil 175.21 unidades para reubicarse en las 24 mil 345.75 unidades.
El batacazo del 4.6% arrastró a los otros indicadores de Wall Street como son el S&P que cayó 4.10% y el Nasdaq con un retroceso del 3.78%, fue una jornada hilarante, incomprensible, la gente de a pie se preguntaba qué estaba pasando, qué factor (o factores) estaban –esta vez- arrastrando pecho tierra al globo aerostático bursátil.
Fue una sesión sin respuestas, descorazonada para un mercado como el accionario acostumbrado a moverse a pulso de sentimientos, sensaciones y corazonadas; a veces del olfato del trader más capacitado para aventurar acontecimientos y hasta movimientos cadenciosos o de montaña rusa.
La de este pasado lunes 5 de febrero fue perversa: los dueños de Wall Street -otros empresarios como el presidente Donald Trump- han tenido a buen recaudo enviarle un mensaje al inquilino de la Casa Blanca al que hasta hace unos meses le celebraban con compra tras compra y alza tras alza en la Bolsa tanto su retórica, como sus mensajes de política económica.
El propio Trump lo decía envalentonado que durante su primer año como presidente Wall Street había llegado a la cota de los 20 mil puntos con una apreciación del 9% desde las elecciones en noviembre de 2016.
Empero, la escalada poselectoral finalmente ha tocado fondo se marcó abruptamente otro black monday o quizá más bien red monday por los paneles teñidos en rojo reflejando las caídas en las emisoras bursátiles.
Ya queda lejos muy lejos aquellos titulares floridos de “Trump desata la euforia en Wall Street”, o la constante interpretación de los analistas y asesores financieros hablando de un mercado bullish que sube, sube y sube…
A COLACIÓN
¿Qué tiró esta vez al NYSE? ¿El oro? ¿Los petroprecios? ¿El panorama recesivo? ¿Datos económicos negativos en Estados Unidos? Realmente se conjugó una combinación de factores que provocaron tensión, nerviosismo y unas expectativas negativas a futuro todo en suma dio pie al pretexto de vender en un mercado sobrevendido, demasiado inflado en el precio de sus títulos, y había que aprovechar una corrección; es decir, una toma de ganancias.
Los listos venden en la cúspide del precio, así recogen ganancias porque es el casino bursátil de la especulación… pero también hay un mar de fondo porque la oportunidad sucedió esta semana justo cuando acontece un cambio muy relevante y significativo al frente de la Reserva Federal.
La FED despidió a Janet Yellen su gestión y visión de las cosas en el manejo de la política monetaria, sobre todo en el manejo de las tasas de interés le abrió una significativa confrontación con el mandatario Trump. Ella dejó las tasas de interés de referencia entre el 1.25% y el 1.5 por ciento.
Su marcha el viernes 3 de febrero dejó un horizonte de expectativas en la política monetaria, la FED es una de las instituciones cuyo funcionamiento es incuestionable para la economía norteamericana y es, de alguna manera, un emisor de señales para Wall Street.
Yellen ya había anticipado que en 2018 habría tres nuevos reajustes alcistas en las tasas de interés (los mercados los descontaban) de un 0.25 puntos cada uno; empero, con la llegada de Jerome Powell, la interrogante actual es qué tan incondicional será del presidente Trump,
El miedo pasa entonces porque desde la Oficina Oval salgan instrucciones para acelerar las tasas y además hacerlo de forma más agresiva. Y esta incertidumbre no ha gustado a los participantes del parqué accionario que han decidido vender alto para esperar a marzo a la primera subida de tasas.
El temor es que ni sean tres ni sucedan por 0.25 puntos si no que sean hasta por cuatro veces a lo largo del año y algunas tan agresivas como reajustar entre 0.50 a 0.75 puntos; y por supuesto todo dependerá del comportamiento de la inflación.
Trump está jugando con fuego en su política económica quiere en su imaginario del America First tenerlo todo al mismo tiempo un dólar fuerte, unas tasas de interés elevadas y un mercado accionario ganador. Este juego económico, desafortunadamente, puede terminar metiéndonos en otra recesión global en tres o cuatro años.
Directora de Conexión Hispanoamérica, economista experta en periodismo económico y escritora de temas internacionales