Rafael Cardona, en su Cristalazo, consideró que la autonomía de la UNAM se ha convertido en un mito, como muchas otras cosas en México.
Lo verdaderamente importante no es cuidar a la roca, a los edificios, sino a los estudiantes que hoy en día están en riesgo por la situación de violencia que se vive en el país y que no dejan fuera a la UNAM.
Hoy en día la tan mentada autonomía se ha utilizado como pretexto para no intervenir en acciones como estas tanto por el lado de las autoridades de la Máxima Casa de Estudios, que se lava las manos diciendo que los culpables son ajenos a la institución, así como por el lado de las autoridades para no actuar, bajo el escudo de no violar la autonomía.