México obtuvo resultados inferiores a las expectativas en Pyeongchang-2018, aunque el presidente de la federación de esquí del país azteca, Carlos Pruneda, destacó que «se cumplió» y que el deporte de la nieve «va por buen camino» de cara a los próximos Juegos de Pekín-2022.

El mejor entre los cuatro deportistas mexicanos presentes en Pyeongchang-2018 fue Robbie Franco, de 24 años, que llegaba con el ambicioso objetivo de pelear por una medalla para México en esquí slopestyle, pero terminó en el puesto 27 entre 30 participantes.

La otra representante de esquí alpino, Sarah Schleper, de 37 años, terminó en el puesto 41 en el supergigante sin poder terminar el gigante, en sus quintos Juegos Olímpicos, tras cuatro con Estados Unidos.

Por último, Germán Madrazo quedó a sus 43 años en el puesto 116 y último en la prueba de 15 km de esquí de fondo.

«El balance de la delegación mexicana ha sido positivo. Es la primera vez, después de varios Juegos Olímpicos que llevamos más de un atleta. En esquí alpino cumplimos. Trajimos una mujer con una experiencia de cinco Juegos y un chico de 20 años con buen futuro. Ella se cayó desafortunadamente en el gigante cuando iba en muy buen lugar. Decidió competir en el supergigante y aunque fue de los últimos lugares hizo una buena nota. Dickson acabó en el lugar 48 en el gigante, lo que habla muy bien de él. En eslalon se cayó como muchos de los atletas», explicó Pruneda a la AFP.

«En esquí de fondo solo teníamos un atleta, aunque este deporte está creciendo. Germán Madrazo quedó en último lugar, pero por algo se empieza. Vamos paso a paso. Hay varios chicos que están en este deporte y vamos a espera que vaya creciendo poco a poco.

«Por último, Robert Franco tenía una actitud muy positiva pero posiblemente el día de su competencia los nervios le pudieron perjudicar un poco. Todos tenemos un mal día y desafortunadamente le tocó a él en los Juegos», señaló Pruneda.

Fuente: mediotiempo.com

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