La primera ministra británica, Theresa May, anunció esta mañana en el Parlamento que no aceptará el borrador del acuerdo del Britain Exit (Brexit) elaborado por la Comisión Europea (CE) porque «amenaza la integridad constitucional del Reino Unido».
En la sesión semanal de preguntas a la primera ministra en la Cámara de los Comunes, May se mostró en desacuerdo con el borrador porque propone «una área común regulatoria» entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la Unión Europea (UE).
«Ningún primer ministro del Reino Unido podría alguna vez estar de acuerdo con eso», añadió la conservadora, en referencia a la posibilidad de que la frontera comercial quedara delineada en el mar de Irlanda, que separa Irlanda del Norte de Gran Bretaña.
La frontera entre la provincia y la República de Irlanda es uno de los asuntos más difíciles de resolver en las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la UE porque un retorno a las barreras fronterizas podría poner en peligro el proceso de paz norirlandés.
El Gobierno de May ha dejado claro que quiere que la frontera entre las dos Irlandas siga siendo invisible mientras que los partidos probritánicos se niegan a que, para mantener una unión aduanera entre ambos territorios, la frontera comercial quede fijada entre la provincia y Gran Bretaña.
Esa última posibilidad es totalmente inaceptable para el Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte, del que May depende para gobernar tras haber perdido la mayoría absoluta en las elecciones generales del año pasado.
«El borrador de texto legal que la Comisión ha publicado podría, si es implementado, perjudicar el mercado común del Reino Unido y amenazar la integridad constitucional del Reino Unido al crear una frontera aduanera y regulatoria en el mar de Irlanda y ningún primer ministro del Reino Unido podría alguna vez estar de acuerdo con eso», puntualizó la jefa del Gobierno.
«Dejaré esto bien claro al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y a otros», añadió.
El borrador divulgado hoy en Bruselas por el negociador comunitario, Michel Barnier, señala que si no se encuentra una solución diplomática o técnica para mantener la frontera invisible, «el territorio de Irlanda del Norte, excluida las aguas del Reino Unido, será considerado parte del territorio aduanero de la Unión».
Según revelaron hoy los medios locales, el ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, ha sugerido la posibilidad de reintroducir una frontera entre las dos Irlandas tras el «brexit».
En un documento enviado a la primera ministra y filtrado hoy, Johnson señaló que el Gobierno debería concentrarse en evitar que la frontera sea «significativamente» menos visible, dando a entender que habría otra vez controles fronterizos entre ambos territorios.
El Brexit traduce, en términos jurídicos, los compromisos alcanzados entre las dos partes el pasado mes de diciembre sobre los derechos de los ciudadanos, el acuerdo financiero y la frontera irlandesa.
Fuente: MVS