Por Alejandro Aguirre Guerrero
El nombre de Eva Cadena saltó al “estrellato” nacional desde que fue exhibida, en su calidad de diputada con licencia y candidata a una alcaldía en Veracruz, recibiendo dinero de una mano femenina para ser entregado, posteriormente, de manera presunta, al entonces líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador. Ahí, Eva Cadena se dio a conocer.
La “recaudadora”, como alguien la apodó con bastante éxito, (pues dicho “mote” se le quedó en los ambientes mediático y político), fue acusada por la FEPADE de recibir recursos de manera ilegal, en pleno proceso electoral, supuestamente dirigidos a AMLO, lo cual sirvió, también, de motivo perfecto para atizarle al tabasqueño.
No sé si Eva Cadena es culpable o inocente, si fue “timada” o no por sus “compañeros” de partido; no sé si las teorías “complotistas” de la ex morenista son ciertas, será tarea de las autoridades definirlo, sin embargo, observo una clara coincidencia con momentos de coyuntura electoral.
En política y en comunicación, como en muchos tantos temas, las coincidencias no existen, son un mito. Las dosapariciones de Cadena en medios nacionales, tanto cuando recibe el dinero de la “mano misteriosa” hasta cuando termina acusando, hace unos días, a los propios morenistas de haber confabulado en su contra, se dan en plena contienda electoral.
¿Por qué no salió antes de que terminaran las precampañas?, ¿por qué justamente al arranque de las confusas “intercampañas”? Este tipo de asteriscos obliga a pensar, aunque no fuera así, que hay alguien atrás de Cadena, ¿será, como dicen los de Morena, el propio Gobernador Miguel Yunes?, ¿será otro personaje?, ¿será que ella decidió hacerlo por estrategia personal, por “sus pistolas”?
La apretada competencia que sostienen Cuitláhuac García y Miguel Yunes Márquez por la Gubernatura del estado es un hecho. Todo apunta, al momento, que en Veracruz se dará un final de fotografía entre las alianzas que encabezan Morena y el PAN. La elección en Veracruz se resolverá, en gran medida, por aquel que soporte más los escándalos que broten.
Miguel Yunes Márquez podrá “ganar o competir” dependiendo qué tan profundas sean sus abolladuras por temas de inseguridad y violencia; Cuitláhuac García podrá “ganar o competir” en la medida de su resistencia al golpeteo que reciba López Obrador, o bien, asuntos como los “evacadenazos”.
No sé si Cadena se esté prestando para una campaña contra sus ex compañeros; me costaría trabajo creerlo después del linchamiento mediático nacional que recibió, sin embargo, las tiempos en que la legisladora sale a medios encajan “casualmente” con coyunturas electorales. No sé si los morenistas exageran al decir que es un montaje del Gobierno estatal, buscando contrarrestar la caída del candidato Yunes Márquez en sus encuestas. No sé. Veremos muchos escándalos estilo “Eva Cadena”, le aseguro que continuarán a la orden del día.
Twitter: @aaguirre_g