Los Premios de la Academia tienen su origen el 16 de mayo del año 1929 y, tras 89 galas celebradas, las curiosidades, anécdotas y historias para el recuerdo se han ido acumulando año tras año.
Para los que crean que un premio debe ser individual y únicamente se puede entregar a un ganador, en 1969, Barbra Streisand y Katherine Hepburn hicieron historia tras compartir el Oscar por ‘Una chica divertida’ y ‘El león en invierno’, respectivamente.
También han pasado a la historia los dos únicos actores que han ganado un Oscar póstumo. El primero fue Peter Finch, por ‘Network, un mundo implacable’. El artista murió semanas antes de la celebración de la ceremonia. El segundo en esta lista fue Heath Ledger, por ‘El caballero oscuro’.
En la ceremonia de 1974, el activista y defensor de la comunidad gay y artista conceptual, Robert Opel, saltó al escenario desnudo en plena gala como señal de protesta. Sin duda, uno de los momentos que ha pasado a la historia.
Además, la propia gala también ha servido como inspiración para nuevas películas. En su discurso de agradecimiento por el Oscar a Mejor Actor en ‘Philadelphia’, Tom Hanks habló sobre uno de sus profesores del instituto, contando una anécdota que acabó inspirando la cinta ‘In & Out’.
Durante estos años también ha habido tiempo para los olvidos. La protagonista fue Meryl Streep, que tras ganar el premio por su interpretación en ‘Kramer vs. Kramer’ en 1979, se olvidó el Oscar en el baño del teatro. Después de varias horas perdido, finalmente, fue recuperado.
Por lo menos Meryl Streeep recogió su premio. En el capítulo de ausencias sonadas, destacan tres figuras que decidieron directamente no acudir a la gala por distintos motivos. El primero fue George C. Scott en 1970, galardonado como mejor actor por ‘Patton’. Dos años después, Marlon Brando tampoco asistió para recoger su estatuilla por “El Padrino”.
Hasta el año 2002 tampoco hizo acto de presencia Woody Allen, que alegó haber olvidado que se celebraba la gala cuando tenía que recoger su premio como mejor director por ‘Annie Hall’ en 1977. Pero, sin duda, la reina de los desplantes es Katherine Hepburn, 12 veces candidata y ganadora en tres, nunca acudió a las galas a recoger sus premios.
Los malentendidos a la hora de entregar los premios empiezan a escribir su particular capítulo en 1933. Will Rogers fue el encargado de anunciar el nombre del premiado en la categoría a mejor director. Al ver que era un buen amigo suyo, decidió llamar al ganador como “Mi buen amigo Frank”. Para desgracia suya, Frank Capra era otro de los nominados, así que se levantó de la silla pensando que era el ganador, cuando en realidad Rogers se refería a Frank Lloyd.
La entrega de premios también ha dado lugar a mitos y leyendas, pero ninguna como la que rodea a Marisa Tomei, que en 1993 fue premiada por ‘My cousin Vinny’. La distinción fue para muchos inmerecida. Por eso, se extendió el rumor de que el actor Jack Palance, adicto a la bebida y encargado de entregar el premio, se equivocó al leer la cartulina.
Pero no podemos acabar este repaso a las mejores anécdotas sin recordar lo que tuvo lugar el año pasado. Faye Dunaway protagonizó uno de los momentos más surrealistas de la historia de las galas cuando anunció que la ganadora a la mejor película era ‘La La Land’ y Fred Berger, productor del musical, tuvo que rectificar para avisar de que la verdadera ganadora era ‘Moonlight’.
Habrá que esperar para ver lo que depara este próximo domingo 4 de marzo la 90ª edición de los premios, aunque a buen seguro habrá momentos que quedarán en el recuerdo. Sin duda, el listón está muy alto.
Fuente: La Vanguardia
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